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El sueño de una mujer sin brazos de Arteixo era manejar y lo cumplió gracias a nueva tecnología

Tras 20 años de espera, Celia Regueira Varela logró sacar el carnet para conducir, pues gracias a la tecnología, tiene un automóvil adaptado para su condición especial.

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Celia nació en Arteixo sin brazos, pero jamás ha dejado de verse como una persona capaz en cumplir sus sueños y uno de ellos era precisamente conducir un vehículo.

En los años 90, cuando cumplió 18 años lo intentó. Acudió al único centro de A Coruña que impartía clases para personas con discapacidad, Lespar, sin pensar que su audacia carecía de acompañamiento tecnológico.

En aquella época, no existían vehículos preparados para las singulares circunstancias vitales de esta mujer pionera: luces automáticas, encendido por botón, mandos de aceleración en volante.

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Pasaron más de 20 años hasta que en enero del 2017 Celia Regueira decidió volver a intentarlo.

Regresó a la autoescuela y allí encontró a Alberto Uzal, hijo del anterior gerente, que la animó y a la vez la previno de las dificultades.

Un auto desde el interior. Fuente: Pixabay

Un auto desde el interior. Fuente: Pixabay

Obtener el carnet era posible gracias a la tecnología, pero primero había que buscar el coche, comprarlo y adaptarlo.

Celia se decide por un vehículo pequeño, como le aconseja Alberto, se pone en contacto con el concesionario Audi y comienza un proceso para adaptar el vehículo en la sede central de la marca en Alemania.

Cuando el vehículo llegó a Galicia todavía tenían que incluir componentes como los intermitentes al pie, la regulación especial de altura del asiento y los dobles mandos para hacer las prácticas correspondientes, informó La Voz de Galicia.

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Un auto en una carretera. Fuente: Pixabay

Un auto en una carretera. Fuente: Pixabay

Hace un mes, Celia consiguió su carné de conducir, gracias al tesón con que acometió su formación como conductora en la autoescuela Lespar y a las innovaciones técnicas introducidas en su Audi A1.

“Hace unos años no sería posible, pero hoy en día disponemos de la tecnología para hacer esto posible”, dijo Uzal.

El vehículo, adaptado en Talleres Vilanova, incluye un dispositivo que permite a Celia manejar los intermitentes con el pie izquierdo, un asiento especial rectificado en altura y profundidad y un pomo especial en el volante que permite a la conductora cogerlo con un saliente que tiene en el hombro.

“Se examinó con éxito el mes pasado, gracias en parte a la ayuda de Tráfico, que dio el visto bueno para que yo pudiera ejercer como profesor en un vehículo particular, no de autoescuela, algo que la ley permite en determinados casos”, explicó el gerente de Lespar.

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Y así como Cecilia, un hombre nacido sin brazos ni piernas se convierte en bailarín profesional. Adoptado por los padres estadounidenses Janelle y Ron Adams, Gabe fue llevado a los Estados Unidos cuando era un bebé y creció con sus 13 hermanos en Kaysville, Utah.

En la escuela, Gabe probó con el equipo de baile como una forma de hacer amigos, descubriendo que podía usar su cuerpo sin extremidades en el arte del break dance.

Después de graduarse de la escuela secundaria, él ha seguido demostrando su independencia, mudándose del hogar familiar y emprendiendo una carrera como orador motivacional.

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