Pareja rubia adopta un bebé

No importó el número de su IQ, buenas intenciones era todo lo que se necesitaba.

A pesar de que demostraron no ser los más inteligentes, esta pareja de rubios con sus buenas intenciones se prepararon para criar a su bebé.

El pequeñín oriundo de una tierra lejana a la de los que ahora son sus padres es recibido con los brazos abiertos por su nueva familia.

ES SOLO UNA BROMA

Estos dos no serían los primeros en confundir cultura con etnicidad, pero lo hicieron de una manera espectacular que te hará reír a carcajadas por su ingenio.

Ciertamente, no está comprobado que la inteligencia de una persona pueda determinarse por el color de su cabello, por lo que es solo un poco de humor saludable.

Inspirado en el estereotipo del "rubio tonto" que tiene su origen en la cultura pop, esta broma se desarrolla en torno a la apariencia de la pareja que casualmente cabe en esta descripción.

Estrellas como Marilyn Monroe fueron consideradas no inteligentes en los años 50 y fue uno de los casos por lo que se estableció el estereotipo en el público estadounidense.

Se cree que esto se desarrolló a partir de una debutante rubia francesa en los 1700. Es por ello que surgió esta ocurrente inofensiva broma, a raíz de este caso.

UNA PEQUEÑA CONFUSIÓN

Sally e Ian, ambos rubios, estaban encantados cuando su larga espera para adoptar un niño finalmente llegó a su fin. El centro de adopción les informó que habían sido seleccionados como posibles padres para una hermosa niña china.

En el camino a casa, se detuvieron en su universidad local y se inscribieron en cursos nocturnos. Después de completar sus formularios, generaron la gran duda.

"Me he dado cuenta de que ambos dijeron que querían aprender chino. ¿Qué te hizo querer hacer eso?”, preguntó curioso el empleado del registro."Eso es fácil", respondió Ian. "Acabamos de adoptar una niña china y empezará a hablar en aproximadamente un año".

"Eso es correcto. Queremos poder entenderla cuando hable.”, concluyó Sally orgullosa y muy segura de la decisión que habían tomado ambos.

ADOPCIÓN DE BEBÉS

Ingeborg Mcintoch fue otra mujer quien se dispuso a adoptar a un bebé con la mejor de las intenciones y el gran acto se le fue devuelto cuando ella necesitó un trasplante de riñón y el chico, luego de 28, se ofreció sin dudarlo.

Oriunda de Arizona, EEUU, ha sido madre temporal de más de 120 niños y fue por quien decidió adoptar como su propio hijo, Jordan, que tuvo una oportunidad más de vida.

Quien originalmente sería adoptado por un hogar afroamericano o uno biracial terminó siendo su familia pues al final no fue adoptado.

Jordan dice que este suceso le dio un motivo a su vida pues no hay nadie más que lo merezca tanto como la mujer que lo crío como sangre de su sangre cuando nadie más lo aceptó.

“Lo pusieron en mis brazos, y fue amor a primera vista.”, declara Ingeborg, haciendo mención del gran aprecio que sintió desde el principio por el chico y que ahora ha crecido con ésta muestra de amor y sacrificio de su parte.