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Cardenal del Vaticano, George Pell, fue declarado culpable de cargos de abuso infantil

Valeria Garvett
01 mar 2019
02:56

El cardenal George Pell, que fue el tercer hombre más poderoso del Vaticano y el católico más importante de Australia, fue declarado culpable de abuso sexual infantil después de un juicio en Melbourne.

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Un jurado emitió el veredicto unánime el 11 de diciembre en la corte del condado de Melbourne, pero el resultado fue sujeto a una orden de supresión y no se pudo informar hasta ahora. Dicha orden fue levantada por el juez principal del condado, Peter Kidd.

Pell, quien está ausente de su cargo en Roma como tesorero del Vaticano, fue declarado culpable de penetrar sexualmente a un niño menor de 16 años, así como de cuatro cargos de un acto indecente con un niño menor de 16 años.

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Según El País, los delitos ocurrieron en diciembre de 1996 y principios de 1997 en la catedral St. Patrick, meses después de que Pell fuese nombrado arzobispo de Melbourne.

Fue detenido el miércoles para esperar la sentencia de un juez australiano, después de haber estado en libertad bajo fianza desde el veredicto y recuperarse de una cirugía de rodilla.

La convicción de Pell y su posible encarcelamiento causarán oleadas de choque a lo largo de congregaciones católicas, siendo un golpe a los esfuerzos del Papa Francisco de controlar el abuso sexual.

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Luego del veredicto, el abogado defensor de Pell, Robert Richter QC, afirmó que iban a apelar el caso.

Apenas Pell salió de la corte de Melbourne para subirse a su automóvil, decenas de personas -incluidos sobrevivientes de abuso sexual- reunidas afuera de las instalaciones lo insultaron y abuchearon.

Pell no comentó, pero una declaración emitida por su abogado Paul Galbally dijo que el cardenal "siempre ha mantenido su inocencia y continúa haciéndolo".

Durante tres años, Pell fue prefecto de la secretaría para la economía de la Santa Sede, uno de los asesores más confiables del Papa, volviéndose uno de los católicos más importantes del mundo.

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ALGUNOS DE SUS CRIMENES

En diciembre de 1996, poco después de ser nombrado arzobispo de Melbourne, Pell reprendió a dos chicos del coro de la catedral de la ciudad que se habían colado en la sacristía y se habían bebido el vino de misa. Se acababan de meter en un buen lío, les amenazó.

Luego abusó de uno oralmente y tocó los genitales al otro mientras se masturbaba. Así lo recoge la sentencia que le condena por abusos a menores a una pena que podría llegar a 10 años de cárcel.

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PELL NO FUE DESTITUIDO CUANDO EXPLOTÓ LA NOTICIA

El Papa, tras mantener a Pell más de año y medio en el cargo pese a estar imputado y arrastrar la sombra de los abusos desde hacía décadas, no le renovó después de que el 24 de febrero, casualmente, expirasen sus cinco años de mandato, según fuentes vaticanas.

Esto quiere decir que nadie le destituyó de su cargo y, más bien, agotó su contrato hasta el último día. ¿Por qué se esperó tanto?

En 2014, el pontífice nombró a Pell como prefecto para la Secretaría de Economía pese a que muchas voces apuntaban a un oscuro historial de acusaciones.

Más adelante, al momento de ser imputado, varios quisieron pensar que se trataba de una trampa que le habían tendido sus supuestos enemigos de la curia por como quiso reformar las finanzas del Vaticano.

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