Maestra descubre botella con un mensaje de 1975 que le deja un "nudo de tristeza" en el estómago
Una maestra que recogía basura en la playa de Bahía Creek, provincia de Buenos Aires, descubrió algo insólito durante el feriado martes de carnaval que parece sacado de una película.
Luisina Morando, docente de Carmen de Patagones, estaba con su familia disfrutando del asueto en el balneario de Río Negro, sin sospechar que se encontraría con la historia de vida de un hombre llamado Miguel Borges, oriundo de El Palomar.
"El martes a la mañana fuimos temprano y como no había pique, me puse a juntar la basura que otros tiran en la playa. Levanté muchas cosas, entre ellas, una botella que en principio parecía como cualquier otra. Cuando la iba a meter en la en la bolsa, noté que estaba sellada. Después, me di cuenta que había algo adentro y la guardé", contó Luisina.
Al regresar a la casa donde estaban alojados, procedieron a almorzar y se sentó junto a su familia a ver qué había en el interior de la botella.
"Estábamos todos muy ansiosos. Con un cuchillo sacamos el sellado y después el corcho. Estaba muy bien cerrada. Adentro tenía un papel, que en un primer momento pensamos que era un billete y nos dimos cuenta de que era una carta envuelta en nylon", relató.
El papel estaba húmedo y tenía más de cuarenta años esperando ser descubierto. La tinta estaba desparramada, pero aún podía leerse con claridad.
"Esta botella fue tirada al agua en el balneario Las Grutas, provincia de Río Negro, República Argentina, el 7 de febrero de 1975", decía el papel.
Asimismo, llevaba escrito el nombre del autor de la carta; firmada por Miguel Borges, quien pedía -a quien la encontrara- que tratara de contactarlo.
Miguel dejó una dirección de El Palomar, en Buenos Aires y un teléfono. Sin embargo, al tratar contactarlo, el número ya no pertenecía a la familia.
“Cuando volvimos a Patagones, publiqué en las redes sociales si alguien conocía a Miguel. Nunca imaginé que terminaría en todo esto la historia. Muchísima gente me mandó mensajes desde El Palomar, diciéndome que ya no vivía ahí, sino que se había mudado a Villa Crespo", relató Luisina.
Entre todos los comentarios, la contactó una mujer de Misiones que administra el grupo "Dónde estás" de búsqueda de personas y le dijo que Miguel ya había fallecido. Sin embargo, le pasó los números de teléfonos de Juan Borges, un supuesto hijo.
Botella en la arena. | Foto: Shutterstock
“Llamé a varias casas hasta que finalmente me respondieron en una. Una señora me dijo que era la madre de Juan y la mujer de Miguel, que había muerto hacía cinco años", dijo.
Mabel le contó a Luisina que su esposo era de hacer esas cosas y recordó que ese día que tiró la botella al agua estaban juntos. Quedó contenta que después de tanto tiempo, finalmente alguien la contactó.
"Me explicó que viajaban mucho de jóvenes y que, si Miguel hubiera estado con vida, le habría encantado saber la fecha y donde encontramos la botella. Su hija también es una apasionada por viajar así que le dejé mis datos para que, si se pegan una vuelta por acá, se pueda llevar este pedazo de su historia", concluyó Luisina.