Novia grosera exige 300 dólares a su amiga porque su "tacaño regalo" no cubrió el costo del lugar

Las bodas se están volviendo más extrañas a medida que las novias se enloquecen en la búsqueda por tener la celebración más grande y costosa, ya sea que puedan pagarla personalmente o no.

Una mujer australiana quedó sorprendida cuando su ahora ex amistad la llamara semanas después de su boda para exigir $300 más para cubrir los gastos porque su regalo "miserable" de $200 en efectivo y una vela de $75 no fue suficiente.

La novia le dijo a la invitada que su regalo no era suficiente para cubrir los gastos del evento que rondaban los $ 250 por persona y que tendrían que enviar $300 más para que fuera "justo".

La invitada, que no quiso revelar su nombre, publicó el altercado en un grupo y dijo que se avergonzaba de la boda y se preguntaba si esto era normal.

Se trató de una hermosa boda a la que asistieron muchos invitados y cuyos novios se embarcaron en un yate para su luna de miel.

"No puedes cobrar admisiones por tu boda", dijo. La llamada la recibió semanas después de la ceremonia, cuando la novia les dijo que el costo de ella y su esposo por asistir a la boda superaban con creces su contribución.

"Me sorprendí. En un minuto habló de su increíble luna de miel y al siguiente de los tacaños y de que no podía creer que mi regalo fuera tan avaro", comentó.

Los comentarios en la conversación fueron bastante claros en cuanto a quién estaba equivocado: "Si quieren ganar dinero, pueden vender boletos", sugirió una persona.

"No puedes cobrar entrada por tu boda. No le debes nada a la novia", dijo un segundo usuario y un tercero estuvo de acuerdo: "En serio, si esa es tu filosofía, solo deberías cobrar la admisión. Muy asqueroso", señaló.

La mujer descubrió que la novia grosera había llamado a varios amigos de su grupo íntimo y los reprendió a todos por sus regalos irreflexivamente "baratos", diciéndoles que ella estaría devolviendo sus obsequios.

El grupo de amigos se sorprendió y desde entonces la han "vetado". Definitivamente esta novia debió medir sus palabras antes de pronunciarlas.