La depresión de Florinda Meza tras la muerte de Chespirito, quien sufrió de Parkinson
La reconocida actriz reveló que sufrió mucho tras perder a su esposo Roberto Gómez Bolaños con quien estuvo casada durante 40 años.
Florinda Meza explicó que después del fallecimiento de su compañero de vida, sólo quería dormir para evadir su ausencia física.
“Sólo quería dormir y no despertar”, confesó Meza.
Florinda tenía 65 años cuando perdió a su esposo, el 28 de noviembre de 2014. Gómez Bolaños de 85, presentó varias complicaciones respiratorias, causadas por ser fumador por más de cuarenta años.
En 2015, la viuda reveló que el ídolo de la comedia había muerto tras complicaciones por el Mal de Parkinson.
Confesó que hubo episodios de violencia de género: "Se ponía violento conmigo y me decía cosas horribles, luego se sentía mal. Eso fue debido al Parkinson”.
Luego de tiempo, Meza no tenía claro lo que quería hacer con su vida. Se dedicaba a la producción, pero no actuaba desde 1991, cuando protagonizó la telenovela Milagro y magia.
“Después yo entendí que debía continuar con mi vida. A mí me hacían entrevistas o me presentaba en algún lado, y yo les decía que estaba dispuesta a trabajar, pero nadie me llamaba”, recordó.
REGRESO A LA GRAN PANTALLA
Finalmente fue contactada por el realizador chileno Nicolás López, quien la invitó a trabajar en su nueva película.
En el proyecto interpretaría a una actriz llamada Verónica que enfrentaba la vejez dentro del mundo de la actuación.
“Me dijo que estaba interesado en trabajar conmigo, yo le dije: Claro, mándame el libreto. Pero casi le quería besar la mano.”
Durante el rodaje tuvo una certeza: “Yo digo que el director de esta película es como Roberto, porque él sabía escribir y este director también; de hecho mientras filmamos la película, yo sentí que Roberto nos acompañó todo el tiempo”.
NUEVA GENERACIÓN
En 2018, con 69 años, Florinda regresó al set de filmación. Dulce familia, que se estrena este 10 de mayo, muestra a cinco mujeres con diferentes problemas, desde el sobrepeso hasta la anorexia.
“El primer día estaba preocupada porque había una brecha generacional muy grande entre los actores que iban a estar y yo. Pensaba: A ver si no les parezco aburrida, mientras nos veíamos callados sentados en una sala”, contó.
La actriz agregó que en los proyectos actuales, en especial para televisión, no se aprovecha el trabajo de actores de distintas edades que están dispuestos a trabajar, lo que además baja la calidad de los contenidos.