Envenenan al perro guía de un niño de nueve años con síndrome de Down
La comunidad de San Juan en Argentina quedó conmocionada luego de que un perro guía fuese hallado muerto. El canino era el mejor amigo de un niño con Síndrome de Down.
La hermana del pequeño expresó su indignación y divulgó el trágico suceso en las redes sociales. El perrito era más que una mascota, era otro miembro de la familia y ayudaba en varias ocasiones a Martín, un niño con síndrome de down.
En la publicación de Erica Ruarte se puede leer: "A las personas que lo envenenaron, ¿no pensaron las consecuencias? ¿No pensaron que mi hermanito podía llegar a tocar o comer lo que tiraron al pobre animal? No tienen una idea del daño que causaron, todos lo queríamos, pero para Martín era su perro mimado”.
Martín Duarte y su perro, Fido, tenían una fuerte amistad desde hace 4 años.
Erica Ruarte se pregunta cómo decirle a su hermanito de 9 años que Fido murió envenenado: "¿Qué le decimos? ¿Que por culpa de unos asesinos no tendrá más a su amigo?”.
Como todos, ella espera que los culpables sean descubiertos y paguen las consecuencias.
Ruth Duarte, hermana del pequeño, dio una entrevista al Diario de Cuyo y contó que los amigos se conocieron cuando Martín tenía apenas 5 años de edad.
Martín había tenido un progreso notable y lo “trasladaron de un colegio de educación especial a uno común, la Escuela Los Manantiales, en Caucete”, dijo.
“Las maestras de unos vecinos del barrio de la escuela le consiguieron el perrito”, continuó.
Desde ese entonces hasta este miércoles, los dos se hicieron inseparables.
“Iban juntos a todos lados”, comentó ella.
El animal fue envenenado la noche del martes. En sus últimas horas, sufrió vómitos y convulsiones, hasta que falleció en la madrugada del miércoles.
Según dijo Ruth, el abuelo de la familia trató de salvar a Fido en vano cuando lo encontró alejándose de la casa. Pese a los esfuerzos, el perro perdió la vida.
El pequeño despertó la mañana del miércoles preguntando por su mejor amigo, y sus familiares no supieron qué decirle:
“Todavía no le dijimos que lo mataron, no sabemos cómo lo va tomar”, admitió la hermana de Martín.
En un caso similar, un perrito inocente ingirió una salchica que había sido cruelmente rellenada con alfileres. La rápida reacción de su dueña fue lo único que permitió salvar la vida del pobre animal.
La mujer iba paseando a su perro tranquilamente cuando notó que había comido algo del suelo, y se lo arrancó del hocico.
Pero cuando comprendió la macabra naturaleza de lo que había comido su querido perrito, Charco, supo que necesitaría ayuda profesional. ¡Alguien dejó una salchica llena de alfileres!