Emotiva carta de un niño con autismo para que su maestra favorita no sea expulsada
Los maestros juegan un rol fundamental en la vida de cada uno de nosotros. El vínculo que forman los educadores con algunos de sus alumnos, es imborrable y les acompañará para siempre. Este caso lo demuestra de una manera muy especial.
Sami tiene ya a sus 11 años de edad un gran historia que contar al mundo entero. En parte, se ha valido de una carta como recurso para contarla, a su vez que pide que no expulsen del colegio a su maestra preferida.
Esto comienza hace algunos años. La verdad es que Sami llegó al colegio de Ayuntamiento de Guadalix de la Sierra, hace ocho años. Él tiene autismo y para ese entonces, cuando llegó el momento de recibir educación escolar, no podía hablar. Pero, paso a paso, ha podido hacerlo y lograr otros progresos, con ayuda de una educadora en particular, a quien reconoce hoy como su maestra favorita.
Niño sentado en un sofá. | Foto: Pixabay
La historia se conoció gracias a la publicación de la carta que hizo en la cuenta de GuadalTEA, una organización de familias de AulaTGD en el CEIP de la ciudad.
El motivo por el cual alumnos del aula TGD (Trastornos Generalizados del Desarrollo) del colegio se quedarán sin su profesora, es que no renovarán su servicio porque según el director de dicha institución pública “no encaja en su proyecto educativo”.
Con esta sorpresiva decisión los padres no están de acuerdo y han llegado a calificarla de medida arbitraria. Han solicitado que la educadora continúe para el próximo periodo escolar.
Cabe destacar que ella ha estado en el centro bajo una comisión de servicio, es decir, aunque tiene una plaza asignada en otro centro, trabaja allí renovando año a año su comisión.
La maestra, a la que no se está renovando la comisión de servicio, es la responsable que hoy en día Sami pueda hablar, toque piano e incluso estudie el idioma francés.
Hablando de música y niños, no podemos negar que es una combinación maravillosa que cautiva y nos roba el corazón. Eso fue precisamente lo que hizo David Militello, un participante autista de America's Got Talent.
Aunque el niño no habló hasta los tres años de edad, seis años después conquistaría con su canto en el escenario del reality show, lugar donde se robó primero el corazón del jurado al conversar con ellos, a pesar de que los médicos le habían dicho que por su tipo de autismo, jamás podría hablar.