Cuando Adela Cantero, hija de El Fary, culpó a su difunto padre por abandonar a su hermano
Aunque su hermana intentó buscarlo hace tiempo, no logró encontrarlo y no se sabe dónde fue enterrado.
José Luis Cantero Rodríguez, hijo del cantante El Fary, murió en el verano de 2018, y Adela Cantero culpó a su padre de que su hermano haya muerto solo y sin haber tenido la compañía de su familia.
El cuerpo de Luisito no fue reclamado. Fueron los cáncer de próstata y de riñón los que acabaron con su vida. Cuando murió, no hubo noticias de él. Partió de este mundo entre el olvido de su familia en una habitación alquilada del barrio Entrevías de Madrid.
El Fary. | Foto: YouTube/Julio pita souto
UNA VIDA NADA FÁCIL
Adela supo de la muerte de su hermano a través de El cierre digital. La hija de El Fary contó al mismo medio que la vida de su hermano no fue nada fácil.
"La vida de los hijos mayores de El Fary nunca ha sido fácil. Mi hermano Luisito no lo tuvo fácil, ni yo tampoco, y mi padre tuvo la culpa de que mi hermano muriese solo y abandonado. Él era buena gente, a pesar de sus problemas con las drogas y de todas las cárceles que pisó", relató ella.
El Fary. | Foto: YouTube/Julio pita souto
Adela quedó indignada por el hecho de que se enteró de la muerte de su hermano un año después de que ocurrió. Luisito había sido desatendido por su padre durante al menos 20 años, en los que entró y salió de prisión.
Sólo Adela había intentado acercarse a Luisito hacía al menos 10 años cuando salió de la cárcel. Ella tenía tiempo buscándolo, pero nunca lo encontró.
"Extrañada de que no se hubiese puesto en contacto con nosotros porque yo sabía que estaba fuera de la cárcel, pero no sabíamos dónde estaba", aseveró.
El Fary. | Foto: YouTube/clubmegafreak2
BUSCANDO A LUISITO
Adela reveló que fue a través de varias casualidades que una vecina habló con El cierre digital y pudo confirmar la muerte de su hermano.
Incluso se enteró de que, meses después de su fallecimiento, el piso donde vivía se incendió y consumió todo. De hecho, en el suceso pereció el propietario y otras dos personas mayores.
La hija del cantante refutó que su padre no se ocupó de sus hijos por igual.
“Mi padre no se ocupó de todos sus hijos por igual y abandonó a los dos mayores."
El Fary. | Foto: YouTube/clubmegafreak2
Cabe recordar que El Fary tuvo cuatro hijos reconocidos, pero "nunca asumió que tenía cuatro hijos, sólo aceptó que su familia era la última, la que tuvo con Conchi Olmedilla y sus hijos Raúl y Javi", dijo Adela.
"Mi padre nunca ejerció como tal con los dos mayores. Luisito tuvo muy mala vida, porque su madre se murió pronto y su padrastro no se ocupó de él tampoco", aseveró la hermana.
El Fary. | Foto: YouTube/clubmegafreak2
CUANDO CAYÓ EN LAS DROGAS
Cuando Luisito cayó en las drogas, inició también una vida delictiva: robos y atracos. Su vida de antisocial le acarreó 25 años en la cárcel.
Debido a la vida que llevaba su hijo, El Fary retiró la pensión de dos años. De hecho, nunca pasó pensión a los mayores.
Todos los hijos fueron al entierro del padre, cuando falleció en 2007, "ahora recuerdo aquello y me da mucha tristeza verlo, lo dejaron salir para ir al entierro y poco después se vino conmigo a vivir a Alicante, sin embargo, él murió solo”.
El Fary. | Foto: YouTube/clubmegafreak2
SU HERENCIA
Luego de la muerte de su padre, José Luis reclamó la parte de la herencia que le correspondía y recibió 300.000 euros que gastó en apenas un año, como contaron su hermana y su abogado, en drogas, juego y prostitutas.
Para Adela, sus años de vida junto a su madre y su padre "no son nada agradables, yo viví experiencias horribles y como El Fary era un personaje que caía bien, cuando fui a la televisión y dije la verdad de lo que había detrás, la gente no te quiere creer".
El Fary. | Foto: YouTube/Filmoteca Histórica Flamenca
Lamentó no haber podido despedirse de su hermano Luisito, quien decidió dejar de luchar contra el cáncer en el verano de 2018 y abandonó el hospital Gregorio Marañón entre peleas con las enfermeras.
Por no haber aparecido ningún familiar, el cuerpo se lo llevaron al depósito de cadáveres. Nadie lo reclamó. Nadie sabe dónde está enterrado.