Qué fue de Alfredo Amestoy, icono de la televisión española de los años 70
Alfredo Amestoy fue un ícono de la televisión española desde la década de los sesenta. Su originalidad, sus gestos y humor lúcido lo convirtieron en el presentador de programas adelantados a su época.
El mítico periodista que usaba flequillo y gafas de pasta es recordado en la actualidad por los más veteranos. Nació un 8 de bril de 1941 en Bilbao. Cursó estudios de periodismo en Madrid.
Empezó sus andanzas en el periodismo en periódicos como La Gaceta del Norte o revistas como Gran Vía. Luego, decidió probar con la radio, trabajando en la Cadena SER y Radio Madrid en diferentes programas.
Lo que catapultó a Alfredo Amestoy a la fama fueron sus primeras apariciones en la pantalla chica en los años sesenta.
Durante 20 años el presentador participó en programas diversos como Ésta es la cuestión, La vida, Vivir para ver, 35 millones de españoles (en compañía de José Antonio Plaza), La España de los Botejara, 300 millones.
En la década de los 80 participó en el programa 300 millones, volviéndose aún más popular. Con los años trabajó en cadenas privadas con Un pañis de locos en Antena 3 y Comer es un placer y Misteros sin resolver en Tele 5.
Trabajando para esa cadena se permite escribir, dirigir y protagonizar "A Salto de Cama", una serie de comedia.
Desde medidos de los años 90 no se le ve con frecuencia en televisión. Aunque sigue trabajando al otro lado de la cámara como guionista y colaborando en diferentes publicaciones y ha escrito varios libros.
Una vez hizo una revelación interesante cuando fue invitado de La Noria. En aquella ocasión dio a conocer que el dictador español, Franco, lo mantuvo trabajando en televisión porque gracias a él "se enteraba de lo que pasaba en España".
Amestoy admite que se dio cuenta 25 años después.
Según Amestoy, la censura en aquellos tiempos era tal que ni el propio dictador podía escapar de ella.
Pero no todos corrieron con la misma suerte de ser protegidos por Francisco Franco. Un curioso hallazgo se realizó apenas en agosto de 2011: un juguete rosa y amarillo chillón.
Francisco Franco. | Fuente: Wikimedia Commons
En una fosa de la Guerra Civil española, un grupo de arqueólogos encontró un sonajero en forma de flor junto a un cuerpo cubierto con cal que fue enterrado sin ataúd. Al parecer, se trata de una madre que fue fusilada, víctima de la dictadura franquista.
Algunos creían que se trataba de una broma, o al menos eso pensaba Almudena García-Rubio, antropóloga de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.