El triste final de Rafaela Aparicio: en una residencia de ancianos y olvidada
Su pasión siempre fue el teatro y su deseo, morir sobre el escenario, pero le tocó un triste final.
A casi 25 años de la muerte de la mujer que hizo reír a España durante al menos 60 años, recordamos cómo los escenarios del teatro, cine y televisión se llenaron de vida con el humor de Rafaela Aparicio.
Lamentablemente, lo que proyectaba frente a la audiencia no se aplicaba en la vida de la actriz, que en sus últimos años de vida atravesó un amargo abandono.
RAFAELA NACIÓ PARA DESPRENDER ALEGRÍA
La comedia española conoció a una de sus mayores representantes para la época cuando esta era apenas una jovencita. Rafaela Aparicio, nacida en 1906, comenzó con pequeños papeles en el teatro cuando solo tenía entre diez y doce años.
"Mi padre era marino mercante pero se metió en negocios taurinos y teatrales como empresario, lo que yo aproveché pues, aunque me saqué el título de Magisterio, el teatro siempre 'me tiró' mucho", contó Rafaela en una entrevista, según citó Libertad digital.
Su fama fue creciendo a partir de los años 60 con apariciones en obras como "Atraco a las tres" e "Historias de la televisión", pero el epítome de su carrera ocurrió gracias a su trabajo de "La casa de los Martínez", donde se hizo muy amiga de la actriz Florinda Chico.
Poco a poco se fue abriendo paso y ganando popularidad, tanto en la televisión como en el cine, pero su favorito de todos era el teatro.
"Su ilusión era morir encima de un escenario, le gustaba el cine y la televisión, pero su gran pasión era el teatro, a ella le gustaba el calor del público", contó su hermana en el momento de su muerte, según citó El País.
En 1987 ganó un premio Goya de Honor a su trayectoria y, dos años después, otro en la nominación de mejor interpretación femenina protagonista por "El mar y el tiempo".
NO SE DETUVO HASTA EL DÍA DE SU MUERTE
Aunque Rafaela planeaba que su último aliento se diera arriba de un escenario, esto no fue así, pero no significó que no trabajó hasta el último momento.
En la película "Oh cielos" de Ricardo Franco, ella tuvo su última aparición cuando tenía 89 años de edad. Para entonces, ya vivía en la residencia que terminó robándole el brillo de sus últimos años de vida.
Murió al año siguiente, en 1996, a pocos días de haber cumplido 90 años. Fue una amarga despedida pues la ausencia de sus compañeros de trayectoria por el mundo de la actuación denotaron el evidente abandono en el que la sumergieron.
A su despedida solo fueron sus familiares, parte de la prensa y muchos de sus seguidores quienes, aunque no la conocieron en persona y a diferencia de sus amigos de la gran pantalla, se preocuparon por ella hasta el último momento.