Conmovedora historia del niño de 13 años que adoptó a sus padres en Tucumán
Es poco común que sea el niño quien busque una adopción y en Tucumán un pequeño de 13 años buscó algo sin precedentes en la justicia argentina.
En la provincia de Tucumán vive un pequeño que fue criado desde su segundo mes de vida por una familia compuesta por su tía materna, el esposo de ella y sus hijos.
A base de amor y cuidados, Pablo decidió ser adoptado por quienes lo han cuidado toda su vida, debido a que en varios aspectos de su vida era identificado con el apellido paterno y materno como cualquier otro, pero esto para él no era lo correcto, así que buscó ayuda legal.
EL NIÑO ADOPTA A SU FAMILIA
El infante de 13 años buscó la manera de conseguir lo que quería, por lo que busco a la jueza Mariana Rey Galindo que tuvo la lección de su vida al ser encarada por el pequeño, “¿Vos no sos abogada? Bueno, entonces arreglame los papeles. Yo quiero ser legal-legal”, le dijo el pequeño a la jueza al verla.
La situación para el niño se estaba tornando as que incómoda y molesta debido a que siempre en la escuela y en el centro médico donde era llevado era identificado con los apellidos de sus padres, pero la gota que rebasó el vaso para el pequeño fue cuando la liga de fútbol de Tucumán no permitió que usará el nombre de su familia de crianza si no su apellido legal en la camiseta.
Este incidente lleno frustración al niño: “Yo no soy ese”, aseguró, “Si no puedo tener mi nombre, no juego”, le confesó el pequeño a la jueza Rey Galindo al momento de hacerle el pedido de adopción.
LOGRO SIN PRECEDENTES
La jueza no podía creer la manera que fue abordada y por quién,“Tengo 52 años, soy abogada hace 30 y jueza hace dos; siempre vinculada al derecho de familia. Trabajar con niños te da flexibilidad, piden la escucha activa y poder decidir. Y llegó Pablo con 12 años y la claridad con la que nos lo dijo me desarmó”,confesó Rey Galindo.
El día mágico de la pequeñita | Imagen tomada de: Pixabay
Los padres fueron citados por la jueza para dar una explicación, “Hasta el final del proceso los padres biológicos fueron notificados, pero nunca se recibió una respuesta. Todo llevó casi un año, con la asistencia de Pablo al juzgado y, luego, el mío y el de mi equipo a un lugar cercano a su casa, con varias horas de trayecto en el medio”, comentó la jueza.
Esto nos recuerda la historia de una pequeña de 5 años que tuvo un día mágico cuando su adopción se hizo realidad, pues los miembros del juzgado ingresaron a la sala vestidos como personajes de Disney.