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La historia de un nieto: 'Mi abuelo tiene Alzheimer y quiero decir cómo me ha afectado'

Valeria Garvett
11 jul 2019
01:13

El devastador relato de un joven cuyo abuelo fue diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer nos hace apreciar las pequeñas cosas de la vida y entender que, de un momento a otro, tu vida podría cambiar radicalmente.

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La enfermedad de Alzheimer es una afección progresiva, lo que significa que los síntomas se desarrollan gradualmente durante muchos años y, con el tiempo, se vuelven más graves.

La EA es un trastorno cerebral que afecta los pensamientos, la memoria, el habla y la capacidad de una persona para llevar a cabo las actividades diarias.

A medida que se desarrolla, los problemas de memoria se vuelven más graves y pueden desarrollarse más síntomas, como: Confusión, desorientación, dificultad para planificar o tomar decisiones, problemas con el habla y el lenguaje, problemas para moverse sin ayuda o realizar tareas de autocuidado.

Incluso pueden ocurrir cambios de personalidad en el paciente, como volverse agresivos, exigentes y desconfiados de los demás.

Por consiguiente, solo imagínense lo que atraviesa la persona enferma y su entorno (familia o responsable del paciente).

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Una anciana.  | Imagen:  Pixabay

Una anciana. | Imagen: Pixabay

Un chico llamado Jonathan, de 21 años, contó su historia de cómo le ha afectado la enfermedad con la que fue diagnosticado su abuelo.

Jonathan relata que, si bien el Alzheimer es una enfermedad gradual, nada nunca te prepara para el impacto que causa.

Él se sintió profundamente afectado debido a que su abuelo y él eran muy unidos y tenían un vínculo muy fuerte. Asimismo, la ignorancia en cuánto a qué era la enfermedad le hizo esperar lo peor.

“Llevaba algún tiempo con olvidos tontos, pero mis padres y mis tíos se pensaron que eso era normal para su edad y dejaron pasar el tiempo”, relató Jonathan sobre el comienzo para su abuelo, Avelino.

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Por insistencias de una de sus hijas, al final lo llevaron al médico y determinaron que Avelino sufría de Alzheimer.

Anciano tocándose la cabeza.  | Imagen: Freepik

Anciano tocándose la cabeza. | Imagen: Freepik

“Por aquel entonces yo estaba en el instituto y cuando me lo dijeron lo pasé fatal. Me pensaba que en dos días mi abuelo “Abuelino” iba a estar en una cama en estado vegetal sin reconocer a nadie. Encima busqué en Internet y todo era horrible”, recordó.

El abuelito tenía miedo a lo que supondría la enfermedad, al igual que Jonathan, quien se dirigió a la asociación de Alzheimer de la ciudad.

“Estaba un poco nervioso, pero quería que me contasen lo que estaba pasándole a mi abuelo. Al salir me quedé muy tranquilo.”

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Poco tiempo después, la familia de Jonathan decidió que Avelino viviría con ellos. En cuatro meses, se turnaría con otro de sus hijos.

Manos tomándose.  | Imagen: Freepik

Manos tomándose. | Imagen: Freepik

“El deterioro que tanto miedo me daba empezó a llegar, pero más despacio de lo que pensaba. Por el día a veces tenía lapsus, pero cuando se ponía peor era por la noche. Se desorientaba y se ponía muy nervioso”, relató el joven.

Jonathan contó que se dio cuenta de que su familia no tenía paciencia con Avelino y que lo trataba como a un niño pequeño. En su reflexión, él explicó:

“¿De qué sirve que le eches la bronca por algo que no recuerda? ¿De verdad ayuda que le trates como un niño? Me da la impresión de que los adultos quieren hacer todo a la fuerza, como cuando tratan con un crío de 5 años.”

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Según el nieto de 21 años, la manera correcta de tratar a una persona con Alzheimer sería “razonar con él, tranquilizarle, hablarle sin condescendía y con un tono de voz cariñoso.”

Manos tomándose.  | Imagen: Freepik

Manos tomándose. | Imagen: Freepik

“Habrá gente que piensa que esto no sirve para nada, que hay que ser duro, pero os aseguro que mi abuelo está más tranquilo conmigo que con nadie. Sabe que yo le trato con cariño y no tiene miedo a mi lado, aunque a veces no sepa muy bien quién soy”, agregó.

Aunque la situación es complicada, Jonathan intenta mantenerse positivo.

“Hay días buenos y días malos. No es fácil, pero él es mi “Abuelino” y estaré a su lado, recordando por los dos."

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