Los últimos días de John F. Kennedy Jr. y Carolyn Bessette

Aunque parecía que vivían un cuento de hadas, muchos eran los comentarios que aseguraban que esta pareja "de ensueño" atravesaba una tormentosa encrucijada en su joven matrimonio.

John Fitzgerald Kennedy, Jr., de 38 años, fue uno de los hijos del presidente estadounidense John F. Kennedy y su esposa Jacqueline. Era un miembro de la "realeza" estadounidense, reconocido tanto por su impecable apariencia como por su nombre.

Su esposa, Carolyn Bassete, de 33 años, se caracterizaba por ser un enigma, misterioso y elegante. Y aunque su esposo se la pasaba rodeado de superestrellas de la talla de Madonna, Brooke Shields o Daryl Hannah, fue Bassete quien logró conquistar el corazón del soltero de oro de la época.

Ambos eran irresistibles ante las cámaras, que a menudo los capturaban dándose la mano con políticos y estrellas. Pero fue una instantánea, tomada en mayo de 1999, a solo dos meses del trágico accidente, la que los inmortalizó.

En la foto, John aparece sin chaqueta, rodeando con sus brazos a Carolyn, quien yace acurrucada en su regazo. Pareciera que el hombre le está susurrando palabras de amor en el oído a su mujer o tal vez solo dándole un tierno beso, mientras ella mantiene una mirada de suficiencia en su rostro.

Pero aunque parecían una pareja de cuentos de hadas, muchos eran los comentarios que aseguraban que estaban atravesando una tormentosa encrucijada en su joven matrimonio de apenas tres años, desde que se unieron en 1996, pues se hablaba de drogas e infidelidades, pero nunca hubo certeza de tales rumores.

A los 38 años de edad, John ya era uno de los editores más poderosos de Nueva York, al ser el jefe de edición de la revista George, fundada por él. Y es que este codiciado hombre, definido como ‘The America’s Reluctant Prince” (El Príncipe Reacio de América), se esmeró en alejarse de lo que todos esperaban de él por ser el hijo del 35º Presidente de Estados Unidos.

Al menos así lo adjetivó el escritor M.Guillon, amigo de John desde la Universidad de Brown, en la biografía que llevaba ese mismo nombre. En el texto, él reseña que “Jackie le decía a la gente que se arrepentía de haber llamado a John como su padre. (...) La ironía es que en el esfuerzo de honrar a su marido, llenó la vida de su hijo de retos”.

La noche nublada del 16 de julio de 1999 trajo consigo una de las noticias más impactantes y tristes de la historia de los Estados Unidos: John, Carolyn y su hermana Lauren Bassete, perdieron la vida en un lamentable accidente en el avión donde volaban a una fiesta.

La nave, que pilotaba el famoso editor ya hace 20 años, se precipitó contra el Océano Atlántico, causando gran conmoción en suelo estadounidense y en el resto del mundo, recordándole a la familia Kennedy la dosis de mala suerte que parecía perseguirlos a cualquier lugar donde iban.

El avión en el que la pareja se dirigía a la boda de una de sus primas, en la residencia familiar de Cape Cod, se perdió en el mar, cuando apenas quedaban 12 kilómetros para tomar tierra. Como causa del accidente, se apuntó a la escasa experiencia de Kennedy pilotando de noche y con malas condiciones atmosféricas.

Casi 72 horas fueron necesarias para dar con sus restos en las inmediaciones de la exclusiva zona de Martha's Vineyard (Massachusetts). Este fatídico desenlace aéreo acabó con las vidas de quienes muchos consideraban “la pareja real” de los Estados Unidos.

Otra de las situaciones que se ha catalogado como “parte de la maldición de los Kennedy” es la desaparición de Rosemary Kennedy, una de las hermanas del mítico presidente de EE.UU, por una “nefasta” decisión de su padre, Joseph P. Kennedy.

Y es que la hermana de John Kennedy padre, desde un punto de vista supersticioso, fue maldecida: nació el viernes 13, mientras que Massachusetts se encontraba en medio de una epidemia de gripe.

¿Pero qué fue lo que pasó con la joven? En este enlace conocerás su también trágica historia.