Mónica Naranjo y sus grandes tragedias personales
La cantante le dijo adiós al mundo que la asfixiaba, para comenzar a disfrutar de los placeres de la vida.
Mónica Naranjo ha padecido por grandes tragedias personales y aunque anteriormente se sentía víctima, hoy agradece por lo aprendido.
Durante mucho tiempo, a pesar de su exitosa carrera se sentía sola y por eso decidió cambiar su vida y comenzar a modificar lo que no quería tener con ella.
LOS DOLORES EN SU VIDA
Mónica dice que se arrepiente de no haber compartido más con su padre, quien a su juicio se fue demasiado rápido.
Otro dolor que permanece en su alma es la muerte de su hermano, quien falleció en 2009 con tan sólo 29 años.
La cantante no deja de tenerlo muy presente, aunque indica que “no solemos hablar del tema, lo llevamos en el interior, pero cuando ha hecho falta, sí lo hemos hablado y sigue estando en nuestras vidas. Seguimos hablando de él en presente, está al lado de nosotros”.
La artista tiene claro que la familia es lo primero y aunque por años su vida era un caos en medio de la fama, ahora se centra en su felicidad, junto a su hijo y su marido.
LOS JUEGOS DEL DESTINO
Mónica manifestó que, por juegos del destino, se cruzó en su vida Óscar Tarruella. Él, que había sido mosso d´Esquadra, se convirtió en su segundo marido y mánager.
Óscar aportó al matrimonio un hijo que la cantante adoptó y que le ha dado una gran felicidad a la artista.
Y aunque se separó y “los dos primeros meses pensé que moría de la pena, de la decepción. El tercer mes de repente me hice una capsulitis en la mano y dije ‘aquí se acabó ya la pena’ porque, o sea, estoy atrayendo cada movidón que no me mola nada".
La noticia del divorcio sorprendió a todo el mundo. Nada indicaba que la cantante rompería su matrimonio después de 15 años de relación.
Sin embargo, expresó que: “He llegado a los 40 convencida de que las cosas que he hecho han estado muy bien (…) Mi familia es mi refugio, y lo primero para mí. He encontrado un equilibrio laboral gracias a que tengo cubierto el pilar principal.”
Expresó que tener a las personas que la rodean a su lado es una bendición. “Creo que en la vida hice algo muy bueno para merecérmelo”.
PROBANDO SUERTE
Luego que por años Mónica desarrollara su talento sobre los escenarios como cantante, probó suerte en la televisión, y asegura que está feliz de haberlo hecho.“Lo que me ha dado la televisión es perder el miedo a perder el ridículo. De hecho, me encanta. Es una cura de humildad importante.”
“En lo personal, me produce más felicidad trabajar en televisión que haciendo música. Yo con la música sufro muchísimo, y con la tele, no. La música me requiere muchísima responsabilidad. Eso no lo superaré nunca”, confesó.
Después de 20 años de carrera, Mónica Naranjo sigue teniendo éxito. “Yo hago música como alimento para el alma, no para vender. Si quisiera vender discos, no haría este tipo de cosas ni tardaría tanto. Intento hacer cosas que dejen una pequeña huella en el corazón”.
MÁS SOBRE LA DIVA
Mónica nació en Figueras, Gerona, el 23 de mayo de 1974. Sintió la pasión por la música desde los 4 años de edad.
A los catorce su madre la matriculó en una escuela de canto y le regaló una grabadora para que pudiera hacer sus propias canciones.
En 1990 emigró a México de la mano del productor musical Cristóbal Sánsano. Así comenzó una carrera espectacular que la convirtió en una estrella internacional.
Monica Naranjo cumplió sus 45 años el pasado 23 de mayo y su carrera está más a flote que nunca. Ahora, como presentadora se la rifará toda y empezó por una sorpresiva confesión personal.
En su promoción para su programa "Mónica y el sexo", la cual realizo el pasado mes de mayo en Sábado Deluxe, ella reveló su bisexualidad. Conoce los detalles aquí.