Antonio Espino y Mora 'Clavillazo': vida del comediante del cine mexicano

Antonio Espino "El Clavillazo" formó parte de la generación dorada de la comedia en el cine mexicano, su éxito fue menor al de otros recordados actores de la época, sin embargo logró hacerse de una gran fama que hoy recordaremos.

Antonio nació en México, en 1910, su infancia fue complicada al perder a una hermana, quien había sido como su segunda madre.

Además de la tristeza, el mexicano decidió abandonar los estudios y a su familia, buscando un mejor porvenir en una época en la que hasta perfumes vendió en la calle para ganarse la vida.

GRUPO SELECTO

Antonio formó parte del grupo de actores que llevó al cine mexicano a su época de Oro. Mario Moreno "Cantinflas", "Tin Tan", "Resorte" y él hicieron de las cintas humorísticas que sirvieron como modelo a seguir en el mundo artístico de la comedia.

En 1950 comenzó su andar por el cine, su primera largometraje fue "Monte de Piedad", dirigida por Carlos Véjar, Esto lo llevó a ahorrar dinero suficiente para crear su propia compañía artística, con el fin de moldear a quienes quisieran entrar al espectáculo, sin embargo sus primeras ganancias fueron despilfarradas por él mismo.

Un avión de juguete, una botella de ron, la renta de un cuarto de lujo y un smoking fueron algunos de los artículos que llevaron al desastre económico que regresó a Espino tuviera a empleos comunes como el de vigilante.

ÉXITOS ESPERADOS

Antonio luego de este desliz financiero volvió al éxito para no dejarlo, durante su carrera artística "Clavillazo" realizó más de 30 películas entre las que se encuentran, "Pura vida", "El genial detective Peter Pérez", "Piernas de oro", "Carnaval de Estrellas".

El actor falleció en 1993 a la edad de los 83 años dejando un gran legado para los comediantes mexicanos de hoy en día, dejando además de sus películas frases para el recuerdo como "¡Pura vida!", "¡Ahí nomás!", "¡Nunca me hagan eso!" o "¡Mendigó!".

Otra grande de la época dorada del cine mexicano que vale la pena recordar es Germán Valdés, mejor conocido como Tín-Tan, quien marcó un antes y un después en la comedia latina.