Salma Hayek a los 20 años: sobrepeso, depresión y acné
Salma Hayek tiene una belleza tan sorprendente que es difícil imaginar que alguna vez haya pasado por una fase de fealdad.
En una oportunidad, la estrella latina insistió en que cuando tenía 25 años, cuando dejó las telenovelas en México para intentar triunfar en el cine en Hollywood, todo el país se reía de ella.
A una revista confesó que apenas podía trabajar como extra debido a los problemas físicos por los que estaba atravesando: "Tenía acné, estaba gorda y estaba deprimida", reveló la actriz de 52 años, según citó Yahoo en 2012.
“Y este acné era tan malo que me envió a una depresión severa y grave (…) Me levantaba por la mañana y me tocaba la cara antes de levantarme, solo para prepararme. Mirarme en el espejo me deprimió y llevó a comer demasiado. Estaba gorda y desgarrada", agregó, segun citó Yahoo.
SIN SALIR DE CASA
Su condición la confinó en su casa. No podía salir y tampoco tenía para para pagar el alquiler. Sin embargo, su realidad cambió.
La actriz le dió crédito al medicamento Accutane que tomó a regañadientes, y a su amigo, el director Alfonso Cuarón, que la motivó a cambiar su reflejo.
"Cuarón no lo minimizó, no trató de decir, 'oh, te ves bien'. Dijo que tenía que hacer eso por mí misma y me enseñó a meditar, a relajarme. ¡Me recuperé!", confesó Salma, según citó Yahoo.
NO GRACIAS
Ahora, la actriz luce hermosa con más de 5 décadas de vida. Está casada con el empresario francés François-Henri Pinault, tiene una hija de 12 años y le dice: “No gracias” a las vacunas de Botox que muchas en Hollywood usan.
La estrella de cine tiene una piel resplandeciente y hermosa. Incluso lanzó su propia línea de productos para el cuidado de la piel y la belleza, Nuance.
En cuanto a su físico, Hayek ha admitido que, como la mayoría de las mujeres, tiene problemas con la dieta y el ejercicio, y aspira a ser tan disciplinada como su amiga Demi Moore. "Me gustaría poder ser así".
"Me gusta comer. Siempre estoy al borde de cuánto puedo comer. Si como algo salado, me hace querer algo dulce. Si como algo dulce, entonces quiero salado, y el ejercicio no es lo mío", reveló, según Yahoo
SU VIDA EN FRANCIA
Por otra parte, Salma explicó que, mudarse a Francia con su esposo François-Henri Pinault, le ha dado una nueva perspectiva sobre la moda:
"Es una locura, lo bien que se ve la gente. Nadie tiene sobrepeso, todo el mundo está bien vestido, no tiene zapatillas de tenis; de alguna manera, aunque caminan por todos lados, todos se las arreglan para usar zapatos de verdad, zapatos bonitos", aseveró, según citó Huffpost.
Ahora, a pesar de que la actriz se muestra feliz y el recuerdo de su terrible pasado, no tan lejano, en cuanto a su aspecto físico, no lo olvida. Mucho de lo vivido se lo achaca a la presión de triunfar en Hollywood.
Lo cierto es que Salma ha demostrado que todavía puede arrancar infinitos suspiros, como demuestra cada vez que comparte fotos sensuales mediante sus redes sociales.