Adriana Abenia recuerda la vez que la rechazaron de dos trabajos por estar embarazada
Adriana Abenia reveló que sufrió discriminación laboral por estar embarazada.
Esta es la segunda vez que Abenia manifiesta que el embarazo la truncó de trabajar. La primera fue en febrero pasado, conversando con Divinity.
"A mí me han tirado de un par de trabajos por estar embarazada. Esas cosas deberían cambiar porque no estás enferma, estás embarazada. Creo que es bueno que estas cosas se sepan porque una madre y un padre son prácticamente lo mismo y deberían tener la misma baja y las mismas condiciones para que durante el embarazo no haya distinciones", dijo ella en esa oportunidad.
Entre otras cosas, reveló que con su hija se ganó la lotería, pues le salió tan buena como el pan, y reivindicó la igualdad laboral entre hombres y mujeres.
Pero hace algunos días, la periodista se pronunció de nuevo, esta vez en exclusiva con la revista Lecturas, para recordar lo que le sucedió y hablar maravillas de su familia.
La actriz y presentadora zaragozana admitió que Luna, su hija de 1 año, es la reina de su corazón y que es una ‘niña trampa’.
“He tenido una niña que es una maravilla. Ahora empieza a dormir mejor y me está dando una tregua. Mi hija es una ‘niña trampa’, de esas que te hacen pensar que debes tener otra, pero he cumplido y aquí me planto.”
Sobre un segundo bebé, Abenia admitió que sería difícil, pues Luna apenas le está dando descanso y seguramente no saldría tan buena como ella.
“Es que si tengo otro no me va a salir tan bueno. Ahora, está empezando a gatear, se desliza como si fuera un boina verde. Le he tenido que comprar un corralito que me ocupa todo el salón para tenerla cercada como las ovejas en rebaño. La dejaba en un sitio y me la encontraba en la otra esquina.”
La zaragozana también resaltó que perdió “dos trabajos por estar embarazada”, eventualidad que criticó porque considera que no hay nada de malo con tener un hijo.
Parecía que Luna se veía físicamente como su papá, Sergio Abad, algo que molestaba a Abenia. No obstante, a medida que fue pasando el tiempo, se dio cuenta de que la chiquilla más bien se parecía mucho a su madre.
“Al principio, lo llevaba muy mal porque era un clon del padre. Ahora, ya veo que se parece a mí. La nariz y la boca son mías y los ojos ya no son azules, sino grises verdosos. Voy ganando terreno, ya no parece adoptada”, dijo Adriana, entre risas.
Nos parece completamente inaceptable que una persona pierda una oportunidad laboral debido a que carga a un bebé en su vientre. Las madres necesitamos trabajar, por lo que la discriminación de este tipo atenta contra la seguridad financiera de una mujer y su familia.
Deseamos lo mejor a Abenia, a su bebé y su esposo.