Brenda Kellerman se siente en paz porque a su hijo Dante 'ya no le duele nada'
Tras meses de sufrimiento, la madre del bebé y esposa de Fernandino Valencia manifestó su agradecimiento a Dios por haber tomado a su hijo como uno de sus ángeles.
Dos semanas han pasado desde la lamentable muerte de Dante, uno de los mellizos de los actores Brenda Kellerman y Ferdinando Valencia, quienes con el apoyo incondicional de sus familiares y su fe en Dios, se están recuperando de este duro golpe que les dio la vida el pasado 3 de agosto.
“Dios es grande y es el único que puede ayudarte a salir de un dolor. Por eso no me suelto de él porque sé que él es el que toma el control de mi dolor y me ayuda a salir adelante cada día”, escribió hace pocos días la actriz en su cuenta de la red social Instagram.
Pero la manera de llevarlo de la pareja ha sido muy sana, pues se han apegado a sus creencias católicas y dicen que le agradecen a Dios por hacer tomado a su hijo como uno de sus angelitos tras meses de mucha angustia y sufrimiento.
“Prefiero darle las gracias por tomar a mi hijo como uno de sus angelitos, no todos tienen ese privilegio”, expresó Kellerman en su publicación.
No obstante, hubo seguidores que rechazaron la postura de los intérpretes y criticaron que durante el funeral y entierro del bebé, la actriz estaba sonriendo.
Kellerman, por su parte, explicó que su actitud se debe a que finalmente su hijo dejó atrás el dolor y ya está descansando en el cielo.
“Yo sonrío porque mi bebé está sonriendo en el cielo, él está feliz, no le duele nada. Por primera vez no le duele. Sufrió mucho y le doy gracias a Dios que ya mi bebé bello esté en paz”, dijo.
A través de las imágenes que los actores publican en sus redes sociales, demuestran que aunque Dante ya no esté con ellos físicamente, sigue estando muy presente en sus vidas.
Una de las fotos más recientes nos muestra a Brenda y a Ferdinando posando con su hijo Tadeo y un suéter que pertenecía al fallecido bebé.
Asimismo, a través de una carta, Brenda expresó hermosas palabras para despedirse de su bebé, que había presentado complicaciones de salud desde que nació.
A pesar de que el 22 de julio, Dante había presentado una evolución, un coágulo se alojó en su pie y comprometía la pierna, por lo que fue una semana “agridulce” para la pareja.
Pero fue el 2 de agosto cuando todo se vino abajo y, a pesar de los esfuerzos de los padres por conseguir donantes de sangre, el pequeño cuerpo de Dante no pudo resistir más y falleció en la mañana siguiente.