Luis Rollán confirma su separación de Alejo Pascual tras 9 años de relación

Algunas relaciones no duran para siempre, pero el amor sí. La pareja que contrajo matrimonio hace ocho años, ha decidido separarse y tal como ha comentado en televisión ha sido de mutuo acuerdo.

Durante el programa “Viva la Vida”, el colaborador Luis Rollán confirmó que él y quien ha sido su pareja desde hace casi una década, Alejo Pascual, están separados. Incluso se encuentran, desde hace un tiempo, viviendo en ciudades distintas.

Mientras que Rollán tiene su residencia en Marbella, su expareja está en Barcelona. Ellos se casaron tras un año de relación y habían mantenido la unión hasta ahora. Aunque, legalmente siguen casados, según reseñan en el portal de Telecinco.

Luis aseguró que Alejo continúa siendo la persona "más importante" de su vida. De acuerdo con lo que comentó en televisión, medio del que por cierto Pascual siempre estuvo alejado, no hay infidelidades ni otras personas involucradas en la decisión que tomaron.

"Ha sido una decisión de los dos tomada desde el amor y el cariño", destacó Rollán.

Aunque esa es la situación en la que se encuentran, no niegan que no haya sido difícil llegar a ese punto. "Duele porque es una separación y eso supone un cambio de rutina, cambio de ciudad y de entorno", comentó. Sin duda, la distancia es una gran dificultad para las relaciones.

A la boda, que se celebró el 8 de junio en 2011, acudió Isabel Pantoja quien además de ser gran amiga de Luis Rollán, fue la madrina y testigo del enlace matrimonial.

“En mi relación, desde el principio, hemos tenido cuáles eran las normas. Hemos sido muy honestos el uno con el otro siempre. Lo que tengo claro es que ha sido y será la persona más importante de mi vida”, detalló.

Aunque están separados, aún no han hablado de divorciarse.

A propósito del amor y relaciones homosexuales, el presentador de televisión Jesús Vásquez declaraba en abril de este mismo año que "amar no es delito, la homofobia sí".

Y fue Rollán uno de los que apoyó esta declaración que dirigió Vásquez al Obispo de Alcalá de Henares, quien permite cursos clandestinos porque afirma que la homosexualidad es una enfermdedad que debe ser “curada”.

Aproximadamente en la misma fecha, se conocía que el país asiático de Brunei comenzaría a implementar la pena de muerte por lapidación a los homosexuales, lo que movió a Vásquez a expresar su opinión.