Fran Rivera, Lourdes Montes y su historia de amor: flechados a primera vista
Cuatro años de un amor que hasta ahora además de sonrisas infinitas, ha resultado en una hermosa niña llamada Carmen.
Fran Rivera y Lourdes Montes quedaron prendados el uno del otro desde la primera vez que se vieron en la Feria de Sevilla, por allá en 2015.
"Yo le conocí un martes y, él, me volvió a llamar un jueves después de haber estado dos días en la feria. Me dijo entonces, oye, que voy a tu casa a verte", confesó Montes con respecto al inicio de su historia.
DE CONQUISTADOR A FLECHADO
Según cuenta la dulce pareja, ellos quedaron flechados desde que se vieron, por lo que dos días después ya estaban en el divertido proceso de conocerse.
"Le dije que me llamara, que yo me asomaba a la ventana y que nos veríamos así. Eso sí, le puse una condición, que no se quitara el casco de la moto para que nadie le reconociera", recordó Lourdes.
Cuando menos lo pensaron, ya eran novios y estaban conociendo a sus respectivas familias, algo que para Rivera fue un poco complicado por la fama que tenía en la zona.
"Recuerdo el día que conocí a su madre. Me costó porque ella no quería conocerme, pero ahora nos llevamos estupendamente. Recuerdo que me miró y me dijo: ¡ay, Fran Rivera! Y lo dijo con un tono que yo entendí perfectamente a qué se refería". expresó Fran.
Cuando ya no pudo más con tanto amor, Rivera avanzó a hacer la tan esperada propuesta, así que organizó una cena romántica en la azotea del edificio donde vivía Montes y procedió.
"Para preguntarle que si se quería casar conmigo, monté una cena romántica en la azotea con la ayuda de un amigo mío. Cuando ella entró en la terraza, otros dos amigos empezaron a tocar la guitarra y yo ya estaba esperando con el anillo de pedida", reveló Rivera.
UNA BODA DE ENSUEÑO
Por si fuera poco, tuvieron una boda digna de cuentos de hadas en su propio hogar, ideal para una historia tan hermosa como la de ellos que recientemente se ha complementado con la llegada de Carmen, la dulzura que sigue agregando alegrías a sus vidas.
“Fue una boda súper especial, todo el mundo lloraba”, rememoró el torero español que lejos de ser un casanova, está totalmente enfocado en sus metas.
La abogada y el torero llevan años viviendo un viaje de amor y alegría que ahora complementaron con las ocurrencias de la pequeña Carmen.