Abuelitos se sienten tan solos que piden que los visiten para ser felices
En agosto se celebró el Día Mundial del Abuelo y en la población de Reynosa, México, estos tiernos abuelitos conmovieron con el regalo que pidieron. ¡Una visita! Es todo lo que ellos desean para tener un día feliz.
Una campaña del DIF Reynosa tuvo como protagonistas a los abuelitos que allí residen. Cada uno de ellos se presentó con un mensaje muy especial que fue capturado en fotografías que luego irían a las redes sociales como una especial invitación a celebrar el Día del Abuelo.
La serie de imágenes que fue publicada en la cuenta en Facebook del mencionado centro de cuidados para adultos mayores, ubicado en la colonia Aquiles Serdán, captó la atención de muchas personas hacia la solicitud que realizaban en conjunto.
Quienes se encuentran en esta Casa Hogar del Adulto Mayor del DIF de Reynosa, en Tamaulipas, anhelan recibir visitas y recibir personas de afuera con quienes conversar un buen rato.
Cabe destacar que en muchas ocasiones, algunos de los abuelitos en estos lugares son dejados por sus familiares, quienes no vuelven a verlos o lo hacen muy poco.
Además, los ancianos también enviaron mensajes en vídeo y algunos se atrevieron a pedir algo más que una visita: productos que para muchos son algo realmente común y normal, y hasta se dan por sentados en la cotidianidad de la vida. Ellos pidieron como obsequios bebidas azucaradas y gorras.
A raíz de las publicaciones, una tuitera compartió el contenido comentando que compraría algo de cada lista para al menos intentar cumplir los sueños de ellos, a su vez que invitaba a sus seguidores a mirar con el fin de lograr la mayor cantidad de visitas posibles para alegrar su día y ponerle color.
También unas abuelitas hicieron solicitudes de accesorios que les gustaría estrenar como bolsos y sandalias. Otros se animaron a pedir abrigos y unos con más apetito, hicieron saber su deseo por comer hamburguesas.
Cabe destacar que el asilo está realizando esta campaña en busca de apoyo y compañía para los abuelitos, pero aclaran que no aceptan donativos de dinero, sino en especies como alimentos o los objetos solicitados por los mismos abuelitos.
Una gran historia que también conmueve corazones es la de Ada Keating, una mujer de 98 años de edad que se mudó a un asilo para cuidar a Tom Keating, su hijo mayor, quien tiene 80 años.
Desde hace tres años él está en la casa de cuidado Moss View en Huyton, Liverpool, Inglaterra, porque necesita de cuidados, atención y apoyo especial. Madre e hijo han sido siempre muy unidos y disfrutan pasar el tiempo con juegos o viendo Emmerdale.
Ella relata que a diario le da el beso de buenas noches y cada mañana, al darle los buenos días, le avisa que bajará a desayunar. “Cuando salgo a la peluquería, me busca para ver cuándo vuelvo. Cuando regreso, viene a mí con los brazos extendidos y me da un fuerte abrazo. Nunca dejas de ser madre”, afirma.