Marcus d'Ornellas muestra la agotadora verdad de ser padre: '¿Dónde se desconectan las pilas?'
Marcus d'Ornellas y Ariadne Díaz mostraron a través de sus redes sociales lo difícil y agotador que les ha resultado ser los papás de Diego, su adorable pero travieso bebé de tres años.
Diego, su primer hijo, es un bebé sumamente lindo al que sus padres siempre presumen mediante fotos y videos. Físicamente, es la combinación perfecta de Marcus y Ariadne, con un toque de travesura que se le ve en los ojitos.
Nacido el 11 de mayo de 2016, fue el primer hijo de la pareja que conquistó a los fans y seguidores de los actores desde que se compartió su primera imagen en redes.
Pero aunque se ve adorable, la realidad es que es un chiquito muy carismático y travieso, según lo que hemos podido ver cuando sus papás le toman fotos y videos.
De hecho, en unas recientes publicaciones que Marcus d'Ornellas hizo a través de su cuenta de Instagram, él mismo se preguntó dónde se podían desconectar "las pilas" de Diego.
Marcus y Ariadne. |Imagen: Captura de Instagram/MarcusOrnellas
El video muestra al niño jugando y hablando como un lorito, a medida que sus padres justifican las energías que tiene, diciendo que usa baterías que se “recargan” con el sol, el aire, el agua, la comida, e incluso sus mascotas.
Además, el actor brasileño confesó que estaban cansados porque el bebé no paraba y era muy platicador.
En el próximo clip, algunas horas después, Marcus se grabó junto a Diego, quien tenía la boca completamente sucia de comida.
Diego d'Ornellas. | Imagen: Captura de Instagram/MarcusOrnellas
Parece que en ese momento padre e hijo estaban compartiendo un poco helado de chocolate, mientras Ariadne se encontraba fuera de casa.
“¿Qué estamos comiendo?”, le preguntó d'Ornellas a su hijo, a lo que el pequeño respondió susurrando, “Helado”.
D'Ornellas le siguió, “Helado, a escondidas de mamá porque salió, ¿verdad?”.
Diego d'Ornellas y su papá. |Imagen: Captura de Instagram/MarcusOrnellas
Justo en ese momento, Diego mostró su cara más traviesa, una risita silenciosa que no nos dejó la más mínima duda de que el pequeño es un remolino.
Si bien Dieguito es muy inquieto y revoltoso, está claro que sus papás lo adoran y disfrutan de cada una de sus ocurrencias.