Dinio García y cómo se liberó de sus adicciones: 'Mi mujer y mis hijos me han salvado la vida'
García asegura que es un hombre nuevo, y que todo se debe a la ayuda que recibió de su mujer, Milena Leyva, y sus dos hijos.
En entrevista con la revista Lecturas, el tercer expulsado de Gran Hermano 7 se confesó sobre lo que vivió en el pasado que, afortunadamente, pudo superar.
El cubano tiene una vida familiar muy feliz y plena, pero no pudo evitar enseriarse cuando habló de su pasado y del acoso escolar que su hijo mayor llegó a sufrir por su culpa.
Sobre su bebé más pequeño, Dian, García comentó que era un niño muy consentido y que le encantaba pasar tiempo con él.
"Dian es muy deseado, no me despego de él. No puedo vivir sin mis hijos", explicó el cubano, mientras que Milena agregó que el pequeño dormía con ellos en su cama.
A pesar de que su participación en la séptima emisión del reality Gran Hermano era un sueño, admitió que extrañó mucho a su hijo todo el rato.
"Entrar en el concurso fue un sueño y echaba mucho de menos al pequeñito, pero me hubiera encantado quedarme. El 14 de octubre cumple 4 meses. Cuando he vuelto, lo he visto cambiado, ya mantiene la cabecita.”
Milena además contó una adorable anécdota de cuando Dian se enteró del regreso de su papá a casa, tras el concurso.
“Cuando el bebé escuchó su voz, se despertó súper contento”, reveló la mujer, mientras que su marido confesó que no podía parar de verlo.
García, quien manifestó que comenzó a trabajar a los 14 años, también abordó el infierno que vivió con las drogas y el mundo del cine para adultos. Dinio habría comenzado amistades perjudiciales que casi lo dejaron sin dinero.
"El mundo del porno me hizo mucho daño. Es un mundo de mentira y de trampas. Me arrepentí mucho de haber entrado en él. Mi hijo sufrió bullying por ello, me llamó una vez llorando para contarme que diez niños le habían pegado al descubrir que era mi hijo. Ahí me junté con malas compañías. Me gasté todo mi dinero con falsos amigos. Me pagaban 12.000 euros por bolo y si volvía a casa con mil ya era mucho."
Asimismo, el cubano negó haber buscado ayuda en un centro de desintoxicación, y que más bien salió de ese mundo por su propia cuenta: "Para entrar en Gran Hermano me hicieron una analítica, pruebas de cannabis, todo. No volví a tocar la droga más", dijo.
Fue una alegría para él volverse a reencontrar con su esposa e hijos, quienes admitió “le han salvado la vida".
Por otro lado, pese a que su primogénito adolescente fue acosado en la escuela por quien es su padre, García admitió que el chico está orgulloso de él por lo que ha logrado.