Maite Galdeano explica su ausencia en el cumpleaños de su hijo: una jaqueca y un taxi caro
La madre de Sofía Suescun brilló por su ausencia en la fiesta de cumpleaños de su hijo, Cristian Suescun, por un dolor de cabeza y un taxi de regreso muy costoso.
Maite Galdeano estuvo en el set de “Sálvame” para comentar por qué faltó a la celebración del cumpleaños de su hijo, en la que estuvo su hermana, el novio de ella y Laura Matamoros.
Según el relato de Maite, ese día llegó de la televisión, se vistió cómoda y se quedó en casa porque tenía mucho dolor de cabeza.
"Llegué de la tele y me puse las zapatillas y ropa cómoda", le contó Galdeano a Paz Padilla.
Por su parte, Gema López interrumpió para decirle a Maite que “esa no es la versión del sábado”. Entonces, ella añadió una versión que sorprendió aún más a los presentes.
"Mis hijos me dijeron que podían recogerme pero no podían traerme a casa de vuelta, y me dijo mi hijo que el taxi vale 40 euros. ¿40 euros? Ahí ya se me quitaron las ganas del todo."
Esta situación se presentó tras el encuentro que tuvieron Galdeano y su hijo Cristian en la terapia de “Sálvame”. Pese a la disposición de ambos para intentar sanar su relación, no lograron un acercamiento.
En esa oportunidad, Cristian recalcó que siente las distinciones que hace su madre entre él y su hermana, Sofía Suescun. De hecho, en muchas ocasiones, Galdeano se ha quejado del tipo de trabajo y vida que escogió su hijo.
"Yo estaba frustrada con él porque no conseguí las expectativas que quería en él. Tenía que haber seguido el buen camino, él decidió que no estudiaba más y que prefería estar bailando por las noches por ahí. Ya sabéis que eso me desquicia mucho", dijo Galdeano.
Por su parte, Cristian ha expresado que le gustaría que su madre lo aceptara y tener más contacto con ella porque se siente "la oveja negra" de la familia.
"Me siento la oveja negra. A mi madre le cuesta acercarse a mí y nunca lo va a cambiar, con sus sentimientos es muy fría. Me gustaría que mi madre se acercara más a mí, se acordara más de mí y tuviera más trato conmigo."
El distanciamiento entre madre e hijo viene desde el difícil divorcio que enfrentó Maite y el padre de sus dos hijos, a quien acusó de maltrato. A partir de ese momento, Cristian decidió vivir con su padre, un gesto que su madre parece no perdonar aún.