Fabiola Martínez: 'Un niño con parálisis cerebral no es alguien por quien no se pueda hacer más'
Fabiola Martínez, esposa de Bertín Osborne, se sinceró sobre su vida tanto personal como profesional, dando un vistazo más cercano de quién es esta mujer luchadora de 46 años.
En entrevista con Diez minutos, la venezolana se abrió sobre su familia, su relación de pareja, su trabajo en la fundación y, en especial, sobre su hijo Kike, que nació con parálisis cerebral.
La entrevista primero abordó la manera en que ella y Bertín celebraron el Día Mundial de la Parálisis Cerebral hace algunas semanas.
La pareja presentó la campaña Sin Instrucciones, mediante la Fundación Bertín Osborne, para crear conciencia acerca de esta enfermedad con la que muchos niños nacen.
Según Fabiola, ella y su esposo buscaban explicar las diferentes labores que se llevan a cabo en su organización, pues muchos creen que sólo se enfocan en terapias infantiles, cuando, en realidad, también atienden a los padres de estos niños, guiándolos, ofreciéndoles apoyo psicológico y emocional, aportándoles asesoramiento jurídico y, a veces, ayudándolos económicamente.
Este fue un día muy emotivo pues Kike los acompañó y se tomó fotografías.
"Todo salió muy bien porque (Kike) se sentía protagonista, el centro de atención de todos.”
Parte de la misión de Fabiola es crear conciencia sobre este problema y ganar empatía pues, según explica, "un niño o una persona con parálisis cerebral no es alguien por quien no se pueda hacer más".
Martínez también dejó claro que, en ocasiones, se busca mucha ayuda por fuera de la fundación para obtener recursos, ya que la pareja no siempre puede cubrir todo lo necesario.
Ellos obtienen recursos al organizar eventos privados para recaudar fondos, también reciben partidas de otras fundaciones más grandes y básicamente tocan "todas las puertas posibles".
“Es cierto que ser la Fundación Bertín Osborne tiene sus pros y sus contras, ya que los hay que piensan que tenemos muchos medios, cuando lo cierto es que Bertín y yo no llegamos a todo. Por eso pedimos ayuda.”
Hablando de la familia, Fabiola reveló que tanto Bertín como ella le hicieron saber a Kike lo orgullosos que se sentían de él, pues al participar en una actividad tan pública no se sabía cómo él reaccionaría.
“Kike es muy vergonzoso y, cuando alguien le dice algo, se tapa la cara, pero ese día estuvo genial y cuando le hablaban escuchaba atentamente.”
Por otro lado, Martínez confesó que, a veces, el hermano menor de Kike, Carlos, hace cosas para llamar la atención como diciendo "yo también estoy aquí y necesito que me miméis".
"Nosotros intentamos mantener el equilibrio entre lo que Carlos necesita y lo que hace para llamar la atención.”
La exmodelo también mencionó las medidas que ha considerado tomar para que su hijo menor aprenda que el mundo "no es sólo el que él vive".
Fabiola ha pensado en llevarlo de voluntario a comedores sociales para que se prepare para el futuro y vea la otra cara de la moneda.
Kike, por su parte, nació con parálisis cerebral luego de que su madre contrajo listeriosis a raíz de un queso no pasteurizado que consumió.
Cuando ella empezó a presentar síntomas en el embarazo, el médico no le dio importancia hasta que fue demasiado tarde.
Afortunadamente, el cerebro del niño fue lo último que se contagió de listeriosis, lo que significa que todo pudo haber sido más grave.
“Cuando Kike nació ya era una cuestión de vida o muerte, más de muerte que de vida porque ya estaba muy afectado, tenía una septicemia tremenda. El cerebro fue lo último que se contagió, gracias a Dios porque podía haber sido peor.”
Martínez afirma que en España no se vigila lo que hace el comerciante, y que la empresa responsable del queso contaminado sabía del problema y no hizo nada.
Fabiola, quién es presidenta de la fundación, relató que aunque le causa un poco de estrés esta responsabilidad, “disfruta mucho” lo que hace y le gusta ponerse retos.
"Mi labor es la gerencia y todo pasa por mí."
Adicionalmente, la venezolana aseveró que su fundación no sólo trabaja en Madrid, sino en lugares como Valencia, Barcelona, Málaga, Coruña, Bilbao y Sevilla.
Entre otras cosas, Fabiola habló muy bien de la familia de Bertín, quienes le apoyan con Kike y con la fundación.
"Lo bonito es que somos una gran familia."
Ella también mencionó su país natal, a sus padres, y la tristeza de que Venezuela ya no sea la misma. Pero expresó sentirse orgullosa de su nacionalidad.