Juan Tamariz: la increíble historia de vida del mago español

El mago español aún práctica sus actos por horas, como siempre desde los seis años cuando empezó a hacer los trucos que se convirtieron en los favoritos de su público.

Juan Tamariz, de 76 años, vive en Cádiz y ha descubierto que por genética no puede dormir en la noche. Así, que se acuesta al amanecer y se levanta en la tarde para trabajar toda la noche.

Esa condición la heredó su hija Ana, su nieto Daniel y, la tenía la madre del mago. Sin embargo, él ama la noche y estar bajo el influjo de la luna, como confesó en una entrevista para el diario El País.

El mago más querido de España nació el 18 de octubre de 1942 en Madrid, pero a los pocos meses fue llevado a Cadiz, un lugar que sigue amando y donde ha decidido terminar sus años de retiro.

"Cádiz irradia magia. En magia de cerca esta provincia es el faro del mundo. Por un lado, el tipo de magia que hago, que se basa en la rapidez intuitiva, tiene mucho de sureña. Cuando los fenicios fundaron Cádiz, hace 3.000 años, dedicaron la ciudad a la diosa Astarté, la diosa de la luna, la noche, la magia."

La magia llegó a su vida a los seis años cuando sus padres lo llevaron a un teatro en Madrid para ver el show de un mago que podía adivinar el día de la semana con solo decirle una fecha cualquiera.

Después, en un chiclé que compró en la confitería encontró un dado y sus instrucciones. Y, finalmente, para el día de los reyes magos le obsequiaron una caja de magia, que aprendió al dedillo para hacer shows en las fiestas familiares.

Describe su época escolar como un tiempo difícil y relata que estuvo en un colegio jesuita donde le enseñaron la versión del cielo, un concepto que cambió en cuanto dejó de ser creyente.

“Cuando dejé de creer me di cuenta de que el verdadero cielo es el arte, donde el mal mayor solo es el aburrimiento.”

Estudió cuatro años en la Facultad de Ciencias Físicas y se retiró para estudiar Cine, durante ese periodo hizo dos cortometrajes. Finalmente, se decantó por la profesión que siempre amó y que él inventó.

Él fue pionero con su humor, su psicología del espectador y sus trucos que ensayaba ocho horas diarias, frente al público en distintos escenarios. Rompiendo el esquema del mago que solo iba a reuniones privadas.

“Yo quería hacer los juegos sentado, cerca del público, y esa profesión no existía ni aquí ni en Europa. Quería salir con mis vaqueros, mi pelo y mi sombrero”.

Tuvo un largo tiempo sin contratos y su compañera de aquel momento sostuvo el hogar con su empleo como enfermera. Mientras que sus suegros les daban una mano con comida, frutas y víveres cuando los visitaban.

El mago vivió en Colombia y hoy es esposo de la también ilusionista Consuelo Lorgia. Tamariz no solo se quedó en el corazón del público por sus divertidos shows, sino por teorizar sobre la materia, dar conferencias sobre el tema, ganar varios premios por su labor y fundar La Gran Escuela de Magia Ana Tamariz.

“Cuando dejé de creer me di cuenta de que el verdadero cielo es el arte, donde el mal mayor solo es el aburrimiento.”

El mago siente una relación sensual y erótica con las cartas. "Para empezar, hay un placer en el tacto del cartón de los naipes, existe esa sensación de que juegan contigo”, comentó sobre el amor que siente por su profesión.

Hoy está feliz en Cadiz, la vejez y lo que viene después de ello no le preocupa. Juan confiesa que cuando se siente bajo de ánimo se da un baño, el agua y el jabón se llevan las envidias y los problemillas.

Además, se deleita en la música clásica de Henry Pur­cell y el jazz de Thelonious Monk y Keith Jarrett, y sigue practicando sus trucos como de costumbre.

“No sé si habrá una persona que ame más la magia que yo. Lo que sí tengo claro es que soy el mago que más horas le dedica.”

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