Stella del Carmen: la hija y talismán de Antonio Banderas
Stella del Carmen, la única hija biológica del reconocido actor español, Antonio Banderas, acudió a una de las noches más especiales de su padre, y demuestra que es la niña de sus ojos, y hasta un talismán para él.
El legendario actor, cantante, productor y director de cine, Antonio Banderas, está teniendo un final de año muy exitoso tras su nominación al Globo de Oro, el reciente estreno de una gran película para Netflix, y la apertura de su propio teatro en Málaga, donde también se estrenó en las tablas.
Ante todos estos logros, el actor ha sido galardonado como “Personaje más influyente del año” por la revista “Vanity Fair”, y la niña de los ojos del actor de cine, no podía faltar al evento.
Stella del Carmen, fruto de la relación de Antonio Banderas con la actriz Melanie Griffith, es una chica que a diferencia del resto de su familia, trata de tener una vida totalmente alejada de los medios de comunicación y del mundo del espectáculo de Hollywod.
Sin embargo, esto no ha evitado que la hermosa joven viajara hasta Madrid para acompañar a su padre, brindarle su apoyo, y hasta entregarle de su propia mano el importante premio.
Si bien en el evento Antonio estuvo muy bien acompañado de su actual pareja y con quien lleva ya cinco años de relación, la empresaria Nicole Kimpel, para el actor la presencia de su hija resulta de suma importancia, y así lo ha evidenciado.
Las miradas, y la cantidad de gestos de complicidad que se intercambiaban durante el photocall, demostraron que para Antonio Banderas, Stella del Carmen es su debilidad, y es que la según él mismo ha explicado en el pasado, su hija ha sido “su mejor producción”.
La chica que estudió Literatura y Arte en la Universidad de Nueva York, y que de momento parece estar concentrada en la escritura, no puede evitar estar cerca de las cámaras con familiares tan famosos, por lo que hasta cuando se encuentra con su novio, pasa a estar en portadas de revistas aun sin quererlo.
A pesar de esto, la hermosa joven continúa posando de la mano con su padre cuando es necesario, solo para hacerlo feliz.