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Fabiola de Bélgica: la dramática vida de la reina española de los belgas

Fabricio Ojeda
06 dic 2019
18:40

Ella no era una princesa, aunque por su nombre cualquiera diría que sí, ya que nació el 11 de junio de 1928 llamándose Fabiola Fernanda María de las Victorias Antonia Adelaida de Mora y Aragón.

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El 5 de diciembre de 2014 falleció en la Región de Bruselas la reina Fabiola de Bélgica y por ese motivo, hoy los medios de comunicación estamos recordando la vida de una de las mujeres más importantes del siglo XX, a cinco años de su muerte.

Desde sus inicios, la vida de quien fuera esposa del rey Balduino estuvo llena de drama. Y es que antes de casarse con el monarca estaba decidida a ser monja.

Fabiola de Bélgica en octubre de 2004. | Foto: Getty Images

Fabiola de Bélgica en octubre de 2004. | Foto: Getty Images

No era una princesa, aunque por su nombre cualquiera diría que sí, pues nació el 11 de junio de 1928 y la bautizaron con un largo nombre: Fabiola Fernanda María de las Victorias Antonia Adelaida de Mora y Aragón.

La explicación es que la reina era descendiente de una familia aristócrata de primera. Su padre era el Marqués de Casa Riera y Conde de Mora, Gonzalo de Mora y Aragón y Fernández de Riera del Olmo, y su madre, Blanca de Aragón y Carrillo de Albornoz Barroeta-Aldamar y Elio.

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En 1931 abandonó España junto a su familia y sus muchos hermanos para establecerse en Lausanne, al sur de Francia, hasta 1938 cuando regresó a Madrid. Había crecido como una niña muy devota, con la reina Victoria Eugenia de madrina y formada en los colegios más exclusivos donde aprendió varios idiomas.

El Rey Baudouin y la Reina Fabiola en 1976. | Foto: Getty Images

El Rey Baudouin y la Reina Fabiola en 1976. | Foto: Getty Images

Sacó sus estudios de Enfermería y trabajó en San Sebastián y en el hospital militar Gómez Ulla. Para ella lo importante era dedicar su vida al servicio de los demás y a Dios. Fue esta cualidad lo que la puso en la mira de la religiosa irlandesa Sor Verónica O'Brien y del arzobispo de Malinas.

Ellos buscaban una esposa para el también devoto Balduino, el joven y triste rey de Bélgica que ocupó el trono a los 21 años.

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Para la monja, Fabiola era la candidata ideal para acompañar al hijo de Leopoldo III y de su primera esposa, la princesa Astrid de Suecia. Después de algunos encuentros y de rezar juntos, los dos creyentes se casaron el 15 de diciembre de 1960 en la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas. La ceremonia fue retransmitida por televisión y seguida por millones de personas en todo el mundo.

El rey Balduino I y la reina Fabiola de Bélgica durante una visita al presidente Nixon en Washington el 20 de mayo de 1969. | Foto: Wikipedia

El rey Balduino I y la reina Fabiola de Bélgica durante una visita al presidente Nixon en Washington el 20 de mayo de 1969. | Foto: Wikipedia

Algunos medios de comunicación repiten que su romance es un misterio, como el portal Bekia, debido a las historias que se conocen sobre cómo sucedió su enamoramiento. Asimismo, aseguran que de no haberse casado ambos habrían ingresado en un convento.

Lo que sí es seguro es que frente a los ojos de su pueblo ha sido una de las mejores parejas dentro de la realeza, desde que comenzaron.

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Las difíciles decisiones que debían tomar ahora como reyes llegaron más rápido de lo que podrían haber imaginado. Cinco semanas después de la boda real llegaron fuertes lluvias a la ciudad, tan fuertes que lo inundaron todo. La pequeña población de Jupille fue una de las más afectadas, cuando gran parte de una enorme montaña de residuos de la central eléctrica de Bressons se desmoronó y causó la muerte de al menos 16 personas.

El Rey Baudouin y la Reina Fabiola de Bélgica saludando a la multitud de Bruselas. | Foto: Getty Images

El Rey Baudouin y la Reina Fabiola de Bélgica saludando a la multitud de Bruselas. | Foto: Getty Images

Ese día Fabiola dio el ejemplo a la humanidad al asistir de inmediato junto al Rey al lugar de la tragedia para ayudar a los afectados. Una vez allí consolaron a las víctimas con abrazos, palabras y empatía. Su iniciativa se convirtió en el modelo para todas las monarquías de ese siglo XX, y continúa siéndolo para las del siglo XXI.

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En julio de 1993 la reina perdió a su alma gemela de un paro cardiaco en Playa Granada. Y 19 años más tarde, el 5 de diciembre de 2014 la familia real la despidió a ella, a sus 86 años, en el Palacio de Laeken. A esta ceremonia asistieron sus cuñados, los reyes eméritos Paola y Alberto y sus sobrinos, los reyes Matilde y Felipe. Miles de ciudadanos también se acercaron para darle el último adiós.

Fabiola de Bélgica en 2005. | Foto: Getty Images

Fabiola de Bélgica en 2005. | Foto: Getty Images

Antes de morir, Fabiola dejó planeado su funeral: pidió que sonaran Bach, Jacques Brel, el Ave María de Haendel. También quiso lecturas en francés, flamenco, inglés y español. Y para finalizar, un Coro Rociero formado por expatriados españoles, que cantaron una Salve Rociera.

Por más de 30 años, Fabiola fue la fiel compañera del rey Balduino, representando la felicidad en la vida de este monarca, que más bien fue triste. Y es que él se vio muy afectado por la muerte de su madre cuando aún era un niño, además de la Segunda Guerra Mundial y las calumnias que esta supuso para su padre.

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