Inés Gómez Mont confiesa que su hija pequeña la rechazó cuando regresó de su cirugía cerebral
La felicidad que siente la conductora mexicana es muy grande, no solo por estar de regreso con su familia luego de su delicada cirugía, sino por volver a sentir a su pequeña hija en sus brazos.
El pasado septiembre, Inés Gómez Mont fue operada de un tumor benigno que crecía en su cerebro, y que eventualmente terminaría afectando su salud. Durante tres meses estuvo hospitalizada, alejada de su familia e hijos para respetar el reposo necesario, y sometida a terapias para recuperar sus funciones.
En esa oportunidad, mantuvo todo en la más completa discreción, comunicando a todos la noticia de su cirugía a través de las redes sociales, una vez que estaba fuera de peligro en su habitación.
El 18 diciembre finalmente fue dada de alta, e igualmente compartió la feliz noticia con un emotivo video donde contaba todo el proceso que había vivido, agradecida por haber logrado recuperar su salud.
Pero al llegar a su hogar, comenzó un proceso de recuperación algo diferente, hacer que su pequeña hija María, quien tenía apenas 14 meses cuando ella fue hospitalizada y con quien no había compartido a lo largo de esos meses, volviera a confiar en ella y se dejara abrazar.
“Esta niña me trae en las nubes. Después de no poderla cargar en 4 meses, estaba muy enojada y sentida conmigo, pues no entendía nada. Para las dos fue muy difícil pero ya ¡por fin reconectamos! ¡Estoy muy feliz!”, escribió Inés en su cuenta de Instagram.
La respuesta de sus seguidores fue inmediata a través de los "me gusta" y muchos comentarios tiernos, entre los que destacan especialmente los de las madrinas de bautizo de la niña, Galilea Montijo y Jimena Gállego, quienes escribieron las primeras respuestas llenas de amor y cariño por su adorable ahijada.
Inés se valió de todo su amor y paciencia para hacer que la más pequeña de sus siete hijos se acercara física y emocionalmente a ella, por cuanto fue la más afectada por la larga separación.
El viaje que la familia realizó con motivo del cumpleaños número ocho de sus trillizos Bruno, Javier y Diego, fue el escenario perfecto para ir poco a poco derribando la barrera que se había interpuesto entre ambas y finalmente, reconectarse como madre e hija.
En las fotos que compartió la conductora, la hija de Inés luce feliz y radiante envuelta en su trajecito blanco que la mantiene muy caliente en ese frío ambiente, y su madre la mira derretida de amor.