Humberto Zurita y su amor eterno por Christian Bach: 'No podría amar a otra persona'

Ha pasado poco más de un año desde que falleció la famosa actriz Christian Bach, pero el actor, productor y director mexicano, Humberto Zurita, asegura que no está listo para entablar ninguna otra relación sentimental formal con ninguna otra mujer.

Humberto y Christian conformaron por más de tres décadas, una de las parejas más solidas del mundo del espectáculo y aunque la muerte de la actriz por un paro respiratorio les impidió seguir sumando años, el artista asegura que ella será su único y gran amor.

En una entrevista para una revista, el actor se abrió y contó que no tenía planes de buscarse a otra compañera de vida, pues nunca podrá llenar el vacío que Christian dejó.

"No voy a rehacer mi vida con otra persona, no podría amar a otra persona como amé a Christian. Está en mi corazón y no se va a ir de allí nunca, y también (está) en la sangre de mis hijos", aseguró, según reseña el medio Univisión.

Sin embargo, quiso aclarar que esto no significa que no esté dispuesto a tener otro tipo relación amorosa, ya que a su juicio, el amor “salva”.

Asimismo, el actor y productor mexicano, quiso aprovechar la entrevista para confesar que luego de un año de la muerte de la artista, ya está listo para aceptar los cambios que le ha presentado la vida.

"Siento que ya es el momento de soltar, aunque nunca la voy a soltar de mi corazón, porque la vida es para los vivos y los vivos tenemos que estar muy alerta y dispuestos al cambio", dijo.

A pesar de todo esto, Humberto contó que aún se siente desconcertado por el fallecimiento de Christian, sobretodo por lo saludable que solía ser.

"La naturaleza es cruel (…) Ella no fumaba, no tomaba, no se enfiestaba, iba al gimnasio todos los días… Y yo tomo, me enfiesto… Me tenía que haber muerto yo y se murió ella. Ha sido muy duro", manifestó.

Ambos artistas se casaron en el año 1986 en un evento que fue tan lujoso como desastroso, pero a partir de entonces sin duda lograron mantener un amor tan especial, que ha perdurado incluso después de la muerte.