Tamara Gorro extraña a sus hijos en cuarentena: 'Jamás estuve tanto tiempo separada de mis niños'
Para cada persona o familia la cuarentena se vive de manera diferente, y en el caso de la extronista, le ha tocado uno de los peores escenarios y extraña a morir a sus hijos.
Aislada de su esposo, que resultó positivo al coronavirus mientras se encontraba en Valencia, y separada de sus hijos que se encuentran en Madrid al lado de otros miembros de la familia, Tamara se vale de las redes sociales para compartir su pesar.
“Sí, estoy convencida de que tomamos la decisión más acertada al alejarlos de todo lo malo que está sucediendo. Pero tengo que reconocer, que por mucha positividad que tenga, cada segundo el corazón me llora por no verlos y sobre todo por no saber cuántos días pasarán hasta que lo vuelva hacer,” expresa Tamara con mucha nostalgia.
“El mundo se cae cuando escucho 'mami me quiero ir contigo, te echo de menos'. Jamás estuve tanto tiempo separada de mis niños. Necesito sus abrazos, sus besos, cuidarles, mimarles, dormirles, despertar junto a ellos,” dice la esposa del futbolista, extrañando demasiado a sus niños.
Mientras el futbolista Ezequiel Garay se recuperaba en Valencia de la cirugía de emergencia a la que había sido sometido por la ruptura de un ligamento de la rodilla derecha, ocurrido durante un encuentro contra los Celta de Vigo, resultó positivo al COVID-19.
En ese momento a excepción de los abuelos, toda la familia estaba junta en Madrid. Luego de anunciarse la cuarentena, y a partir del test de Ezequiel, él fue aislado en una habitación, por lo que ambos están viviendo bajo el mismo techo pero sin ningún contacto.
Para no recargar el sistema de salud, Tamara decidió no hacerse el test, asumiendo que sus posibilidades de estar contagiada son altas, aunque de momento no presenta síntomas. Su esposo por su parte, no la ha pasado tan mal, posiblemente por su excelente condición física.
“Son momentos muy difíciles y de esta saldremos, pero jo***, el daño que está haciendo. OS AMO CON LOCURA HERMOSOS DE MAMÁ”, fue el final de su mensaje.
A través de las historias de Instagram, la influencer ha encontrado un medio para no sentirse tan sola, contando lo preocupada que está por sus abuelos, que por su edad forman parte de la población de más alto riesgo y con quienes habla a diario, siempre con el corazón en la mano.
También le ha encontrado el lado divertido a lo que vive, especialmente al no tener acceso a los servicios estéticos a los que está acostumbrada a acudir, por lo que está perdiendo algunas de sus extensiones.
Inclusive ha querido compartir alguna de las conversaciones que sostiene con su pareja a través de WhatsApp, donde definitivamente es evidente cuánto se extrañan.