Cura abre un hogar a 50 personas de la calle infectadas con coronavirus que no tienen dónde ir
Las personas en situación de calle de São Paulo se encuentran en un estado muy vulnerable. Ante esta circunstancia, por decisión diocesana un cura abrirá las puertas de una casa de oración para acoger a los infectados sin hogar.
El lugar ofrecido es la Casa de Oración del Pueblo de la Calle (en portugués, Casa de Oração do Povo da Rua). Se encuentra en el centro de la populosa ciudad de São Paulo, y tiene capacidad para alojar y aislar hasta 50 personas.
El padre Julio Lancellotti, coordinador de la casa de retiros en cuestión declaró a la Globo: “Sabemos que, según el censo, más del 50% de la gente de la calle está en la calle. Y si necesitan un lugar para la cuarentena, la Arquidiócesis ofrece espacio”.
La decisión fue avalada por Odilo Scherer, arzobispo metropolitano de São Paulo, quien también se mostró preocupado por la situación.
“Se estima que hay 24 mil personas en situación de calle en la ciudad, de las cuales 7 mil son de alto riesgo, debido a otras enfermedades preexistentes o a la edad”, precisó el padre Lancellotti.
En una de las ciudades más pobladas de Latinoamérica, la población sin hogar es muy numerosa, y los refugios resultan insuficientes e inadecuados. Quienes atraviesan por esa circunstancia, entonces, se ven obligados a circunstancias sanitariamente muy peligrosas.
“En la calle no hay acceso a medidas de higiene básicas: lavarse las manos, usar alcohol en gel, o tener medidas de higiene como ropa limpia o lugares limpios para dormir”, recuerda, preocupado, el padre Lancellotti.
Relata el párroco que la situación en los refugios existentes también dista de ser ideal: “Los que están en refugios relatan cuestiones muy fuertes como la tos, por ejemplo. Dicen que falta ventilación en esos lugares. Además, una enfermedad extendida que puede ser agravante allí es la tuberculosis.”
Muy recientemente, el 24 de marzo, el Gobierno de São Paulo dictó la cuarentena por quince días para detener el avance de la enfermedad, en el marco de medidas locales de prevención y concientización que se desarrollan en muchas regiones de Brasil. La medida impone el cierre de todas las actividades comerciales, con excepción de los servicios esenciales de alimentación, abastecimiento, salud, bancos, limpieza y seguridad.