Lucía Dominguín niega la amistad entre su madre, Lucía Bosé, y Lydia Lozano

A raíz del reciente fallecimiento de la madre de Miguel Bosé, la periodista Lydia Lozano vuelve a estar en medio de una controversia al afirmar que la unía una gran amistad con la italiana.

La periodista ha sido contactada en su hogar durante la cuarentena para que hablara de Lucía Bosé, debido a que, según afirma, eran amigas cercanas, y ha compartido algunas cosas sobre la vida de la actriz y sus últimos años.

Para sorpresa de todos, la hija de la fallecida, Lucía Dominguín, envió un escrito al programa “Sálvame”, pidiendo enfáticamente que dejen de hablar de su madre y de decir que hubo amistad entre ella y la colaboradora Lozano.

"No hemos tenido ninguna íntima amistad con ella, jamás ha sido amiga de nosotros, ni sabe nada de mi entorno privado y, por consiguiente, no representa en absoluto la realidad sino más bien una fantasiosa imaginación que llega a rozar la obsesión", expresó en el comunicado Lucía Dominguín.

Lucía ha hecho un llamado al respeto y al sentido común en este terrible momento que vive su familia y en general todas las familias de España, y a que tengan consideración con la memoria de su madre.

RESPUESTA DE LYDIA

Para la colaboradora, las cosas que dijo fueron sinceras y le cuesta entender qué pudo haber molestado a Lucía. El aprecio y cariño que siempre sintió por la difunta y la amistad que las unía hacen imposible que ella dijera algo ofensivo o inadecuado.

“No estoy alardeando. He tenido muy buena relación con Lucía Bosé. Yo no he contado una sola mentira. Podría contra un montón de cosas que he vivido con ella y anécdotas que no voy a contar en mi vida. No he contado nada para que Lucía, que es amiga de mi familia, se sienta ofendida. No lo entiendo”, dijo Lozano.

Insistió la periodista en que su conciencia está tranquila y que no tiene nada por lo cual disculparse. En esta oportunidad, “Sálvame” ha salido en su defensa buscando entre sus imágenes de archivo aquellas donde la propia Lucía Bosé hablaba de la amistad que unía a Lydia con su hijo Miguel, e inclusive le enviaba un abrazo.