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Hombre sube a una grúa para visitar a su mamá en el asilo durante la cuarentena

Stef Colina
04 abr 2020
11:20

Charlie le alegró la vida a su madre cuando inesperadamente apareció frente a la ventana de su cuarto en el tercer piso de la residencia para ancianos.

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Una de las circunstancias más complicadas para muchos a raíz del brote pandémico por COVID-19, es el aislamiento, en especial para los adultos mayores que se han quedado confinados en los asilos sin poder entrar en contacto físico con sus seres queridos. Julie Adams, de 80 años, es una de las personas que padece esta dura realidad, sin embargo, su hijo tuvo una idea que hizo todo mucho más llevadero.

Mujer de la tercera edad con las manos entrelazadas sobre las piernas. | Foto: Pixabay

Mujer de la tercera edad con las manos entrelazadas sobre las piernas. | Foto: Pixabay

EL AMOR LO PUEDE TODO

Aunque Charlie la sacaba a almorzar todos los jueves y los domingos, las circunstancias hicieron imposible que madre e hijo se reunieran, puesto que no solo está prohibido entablar contacto físico, sino que la habitación de Julie está en el tercer piso de la residencia para ancianos ubicada en Ohio.

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Pero Charlie usó los recursos que tenía a meno, ya que es dueño de una empresa de mantenimiento de árboles y cuenta con una grúa que no dudó en usar para llevarle un poco de alegría a su madre.

UN MOMENTO INOLVIDABLE

“Su ánimo estaba un poco bajo porque estaba acostumbrada a poder salir, ir a lugares y hacer cosas. Y entonces tuve la idea de que traería la grúa. La llamé y le dije que viniera a mirar por la ventana, y allí estaba”, comentó Charlie, quien aprovechó el encuentro para ponerse al día con la octogenaria que desde entonces se ha vuelto viral en las redes.

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A pesar de que no es la más diestra con los artilugios electrónicos, según el hombre de 43 años, Julie está contenta con toda la atención que está recibiendo tras la ingeniosa visita, que al parecer fue la primera de varias.

Enfermera ayudando a una persona de la tercera edad. | Foto: Shutterstock

Enfermera ayudando a una persona de la tercera edad. | Foto: Shutterstock

NO SE DEJAN ABATIR POR LAS CIRCUNSTANCIAS

El gesto de Adams es prueba de que las conexiones humanas son más fuertes que cualquier adversidad, algo que también demostró Bob Shellard.

Este adorable abuelo no permitió que la pandemia arruinara su aniversario de bodas número 67 con Nancy, quien dadas las circunstancias se quedó confinada en una residencia de ancianos.

En un despliegue total de ternura, el esposo enamorado apareció con una pancarta y unos globos afuera de su ventana para expresarle que la ha amado todo este tiempo y que todavía lo sigue haciendo. Sin dudas, estos tórtolos son un ejemplo de romance de la vieja escuela.

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