Marisol Mijares: la romántica boda que tuvo a pesar de la cuarentena

La productora de Televisa, Marisol Mijares, no permitió que la pandemia del coronavirus arruinara sus planes de boda.

La actriz que dio vida a Renata Zamora en la telenovela 'Agujetas de color de rosa' ha sido una de las tantas personas cuyos planes se vieron afectados por el brote del coronavirus.

La productora de Televisa llevaba un año planeando su boda de ensueño con Alex Balassa. A raíz de la pandemia global, Marisol Mijares y su ahora esposo tuvieron que contraer nupcias a puertas cerradas.

CAMBIO DE PLANES

Marisol había planeado cada detalle de su boda. Incluso llevaba una escaleta especificando cómo sería cada minuto del gran día. La celebración estaba pautada para el 21 de marzo de 2020.

Pero la pandemia del COVID-19 la tomó por sorpresa y arruinó sus planes iniciales. A medida que se acercaba la fecha, la pareja recibían llamadas de cancelación por parte de invitados de Europa, Estados Unidos y otros países.

MOMENTOS DIFÍCILES

Asimismo, la crisis por coronavirus en México empeoraba. La pareja se vio obligada a posponer la tan esperada boda. Mijares admite que fueron momentos muy difíciles para ella. En entrevista con TVyNovelas, dijeron:

“Fue muy duro, recuerdo que nos tomamos de la mano, lloramos, sentimos una parte de nuestro corazón roto, pero también sabíamos que estábamos haciendo lo correcto, tanto para nosotros como para la gente que iba a ir al evento, era lo que teníamos que hacer”.

Sin embargo, los novios no se dejaron abatir pues decidieron celebrar su enlace civil en la misma fecha que tenían prevista para la boda. La ceremonia tuvo lugar en Valle de Bravo, Estado de México.

BODA CIVIL

Siguiendo las medidas preventivas, los recién casados invitaron solo a 15 personas quienes guardaron la sana distancia recomendada por los organismos de salud.

La actriz confesó a TVyNovelas que jamás imaginó que se casaría en una crisis como esta:

"De cualquier escenario que nos hubiéramos planteado, este fue el que menos pensamos, así que con mucho dolor y mucha tristeza decidimos suspender la fiesta; el evento grande que teníamos planeado lo pospusimos para cuando todo vuelva a la normalidad, pero decidimos que si nuestra intención era casarnos el 21 de marzo –si la jueza lo permitía y las condiciones se daban–, así sería, y así fue.

A pesar de los inconvenientes, Marisol admite que su boda civil anticipación fue magnífica. Agregó: "Tuvimos una boda excepcional y única".

Muchas personas han tenido que ajustar sus planes debido a la pandemia. Fue también el caso de un anciano argentino que vive solo, quien celebró su cumpleaños 95 con todo su edificio durante la cuarentena.