Tragedia familiar: tres hermanos mueren al saltarse la cuarentena y asistir a un cumpleaños
Una fiesta de cumpleaños fue la última reunión alegre que un grupo de siete hermanos vivió antes de que el coronavirus contagiara a más de la mitad de los asistentes y le quitara la vida a tres de los hermanos.
Un suceso trágico ha afectado a una familia entera que, confiada en que la enfermedad jamás aparecería entre ellos, perdió a tres de sus miembros.
Vera Lúcia Pereira, de Sao Paulo, Brasil, cumplía 59 años cuando decidió organizar una pequeña reunión familiar para celebrar. Y aunque dudó en realmente llevarla a cabo por el coronavirus que apenas aparecía en el país, al final confió en que nada malo sucedería, e invitó a varias personas queridas a su casa.
La celebración ocurrió a mediados de marzo, día en que se confirmaron 56 casos nuevos en Sao Paulo, según reporta BBC.
Veintiocho personas asistieron a la fiesta, entre ellas, sus hermanas y sobrinos, y los hermanos de su esposo, Paulo Vieira, quien sería una de las víctimas fatales, dos semanas después.
A medida que transcurrieron los días, aproximadamente la mitad de las personas que asistieron empezaron a presentar síntomas posiblemente relacionados al COVID-19, como tos, fiebre y dificultad respiratoria.
Mujer soplando velas de cumpleaños. | Foto: Pixabay
María Salete Vieira, teniendo 60 años y siendo diabética e hipertensa, fue la primera en morir, y esta semana la familia obtuvo los resultados de su examen: dio positivo por COVID-19, haciendo más probable que la muerte de los otros dos miembros también fuese por el virus.
Aunque la cumpleañera y su hijo se enfermaron, superaron los síntomas sin complicaciones. Otros afectados fueron al hospital, donde recibieron un tratamiento y los mandaron de vuelta a casa. Según relatan, los profesionales de salud no creyeron que sus síntomas estuviesen relacionados al coronavirus.
Hermanos Vieira fallecidos. |Foto: Youtube/ SBT Jornalismo
LAS OTRAS VÍCTIMAS FATALES
Clóvis Vieira, un hombre aparentemente saludable de 62 años, fue el segundo en entrar en condición crítica por el virus. Presentó tos, dolor de cabeza, fiebre y perdió el sentido del olfato y el gusto.
Mientras Clóvis se recuperaba en casa bajo tratamiento médico, Paulo Vieira, marido de la cumpleañera, también se dirigía al hospital con falta de aire. Según sus familiares, él era el más saludable de todos los hermanos. A los dos días de su ingreso, su condición empeoró y fue trasladado a la UCI.
Clóvis y Paulo estuvieron juntos en sus últimos días. El 1, 2 y 3 de abril fueron fechas traumáticas para la familia. El primer día, María Salete Vieira tuvo un paro cardiopulmonar fulminante, el segundo, Clóvis Vieira sufrió un paro cardíaco que no superó y, durante la noche del tercero, Paulo también murió.
Pasillo de hospital. Imagen referencial. | Foto: Pixabay
"Todo fue muy horrible. Éramos siete hermanos muy cercanos. Nos queríamos mucho. La vida de la familia se convirtió en una pesadilla. He vivido a base de tranquilizantes. Todavía me pregunto si todo esto fue real. (...) No quiero eso para nadie”, aseguró Maria do Carmo Vieira.
Dos de los hermanos fueron enterrados, mientras que el tercero fue cremado, bajo su voluntad. La familia asegura que el COVID-19 no es una simple gripe, sino una enfermedad “horrible y cruel, una catástrofe”, e instaron a las personas a quedarse en casa.
Y en una historia similar, la Guardia Civil de Puerto Rico atrapó a varias personas en una fiesta en la piscina durante la cuarentena. Entérate de qué pasó después, aquí.