Carlos Donoso: muere de cáncer de pulmón el famoso ventrílocuo de América Latina
El reconocido ventrílocuo venezolano falleció este jueves luego de haber batallado contra el cáncer de pulmón durante cuatro meses.
A Donoso le dieron el diagnóstico en el mes de enero y en marzo sus familiares comenzaron a recolectar fondos para el tratamiento que debía cumplir el humorista.
Los hijos de Carlos intentaron buscar una manera para que uno de ellos pudiera viajar desde Santiago de Chile hasta Bogotá y estar con su padre, pero debido a la pandemia de la COVID-19 no fue posible y el artista murió lejos de ellos.
Los hijos de Donoso utilizaron la plataforma GoFundMe para recaudar los fondos y detallaron que la afección se encontraba en el pulmón derecho. También explicaron que debido a la grave situación económica de Venezuela, se les dificultaba costear los gastos.
“Recientemente mi papá, el humorista Carlos Donoso fue diagnosticado con cáncer en los bronquios. Entre sus hijos organizamos una recaudación de fondos y un programa de entrevistas para rescatar sus memorias”, escribió David Donoso.
El venezolano de 73 años se encontraba hospitalizado en Colombia al momento de la publicación.
Donoso fue conocido por ser el “padre” de Kini y Lalo. También era abogado, imitador, productor, cantante, guionista de teatro, radio y televisión. Fue aclamado en el mundo entero por su humor negro y sarcasmo.
En una oportunidad, Carlos declaró que Colombia fue su segunda casa, ya que ese país era la cuna del humor.
Tenía el increíble talento de dar voz a sus muñecos sin mover los labios y los músculos de la cara lo llevaron a ser reconocido como el padre de los ventrílocuos.
A pesar de que nació en Venezuela, América Latina lo recibió con los brazos abiertos por su gran pasión por hacer reír a los demás; también recibió reconocimientos mundiales.
Su personaje más antiguo fue Kini, un mico de ojos saltones e impertinente, a quien describió como su amigo inseparable durante 50 años.
Donoso contó que el personaje de Kini nació de la necesidad de trabajar con un muñeco más profesional, pues a los 14 años creyó haber dejado embarazada a su novia y debía generar ingresos.
Un amigo le entregó un peluche todo estropeado y sin ojos, el cual fue confeccionando con las muñecas de sus hermanas.
Con este personaje inmortalizó la frase “me saca la piedra”, para referirse a la pérdida de paciencia.
Al principio de su carrera se presentó en varios locales de Caracas. Luego su reconocimiento fue tal que llegó a escenarios de Latinoamérica y Europa.
El artista señaló que él rompió los esquemas en la ventriloquia y consideraba que Dios le dio a sus muñecos, ya que es el único capaz de dar dones a cada persona para que los usen.