Dramas en tiempo de pandemia: Pierde a su hermano por un ictus y a sus padres por coronavirus
Son incontables las dramáticas historias que van surgiendo a raíz de la pandemia por el coronavirus, que avanza sin discriminar a ninguna persona o a familias enteras, dejando tristeza y muerte a su paso.
Así es la historia que comparte Isabel Parro Díaz a través de sus redes sociales con la única intención de que ninguna otra persona pase por todo lo que a ella le toco vivir durante la enfermedad de sus familiares.
“No le hablo desde la pena, porque no me la va a quitar nadie. Le hablo de lo que he vivido, de lo que he visto. He perdido a mis padres y a un hermano en 22 días”, dice Isabel al iniciar su historia.
A sus 50 años, Isabel vivía con sus padres Damaso de 90 años y Brígida de 86 años en Illescas, España. A pocos días de haberse decretado el estado de alerta, el 23 de marzo, su padre comenzó a presentar dificultad respiratoria, por lo que decidió internarlo en el hospital Virgen del Valle.
Su hermano Víctor, de 61 años, quien vivía solo en la misma comunidad, había sufrido un ictus tan severo que no había podido pedir ayuda, por lo que pasaron alrededor de cuatro días antes de que sus sobrinas, extrañadas por la falta de noticias, lo encontraran en su casa.
Personas sosteniendo sus manos. | Foto: Pixabay
Fue ingresado muy grave en el mismo hospital donde había sido admitido su padre un día antes, pero nunca se vieron. Luego de permanecer en cuidados intensivos durante tres días, Víctor murió, y esa misma tarde, su padre fue dado de alta.
Isabel prefirió no informar a sus padres sobre la muerte de su hijo, no queriendo causarles ese gran dolor, en especial luego de la gravedad de su padre.
Lamentablemente, la condición de Damaso no evolucionó favorablemente en casa, por lo que el día 30 fue hospitalizado nuevamente, esta vez en el centro de salud “Virgen de la Salud”, pero en vista de su gravedad, lo trasladaron al hospital geriátrico “Virgen del Valle”, donde lo aislaron inmediatamente.
Cama de hospital. | Foto: Pixabay
“No me dejaron nunca hablar con mi padre. Solo me llamaron para decirme que le iban a dar morfina y que fallecería de un momento a otro”, explica Isabel en su escrito.
Mientras tanto, su madre comenzó a mostrar los mismos síntomas respiratorios, por lo que se vieron en la necesidad de llevarla al mismo hospital el día 8 de abril porque Isabel sentía que era necesario ayudarla a respirar con oxígeno.
Dos días después supo que su padre había muerto y que su madre estaba positiva al coronavirus, por lo que sería aislada totalmente e intubada, haciendo imposible comunicarse por vía telefónica con ella.
Paciente con una vía intravenosa. | Foto: Pexels
Le permitieron ver el cadáver de su padre por escasos dos minutos y posteriormente fue incinerado. Brígida murió el 18 de abril, y al igual que a su padre, Isabel solo pudo estar con su cuerpo por dos minutos, con todas las protecciones necesarias. También fue incinerada.
Algo que le llamó mucho la atención a esta desolada mujer, fue que en la habitación donde estaba su madre no había lo necesario para atender a un paciente grave, y los miembros del personal iban totalmente desprotegidos. Antes había notado lo mismo con su padre.
Persona tomando la mano de un paciente en el hospital. | Foto: Shutterstock
“No había oxígeno, tampoco suero; no había nada. Me llamó la atención que las enfermeras no llevaban guantes ni mascarillas”, dijo con impotencia Isabel, quien siente que su madre fue abandonada a su suerte.
Ahora la acompañan las cenizas de sus padres, mientras decide qué hará en un futuro con ellas, cuando deje de sentir esa gran necesidad de tenerlas a su lado.