Playa de Acapulco sorprende iluminada con bioluminiscencia, sin gente por la pandemia

En Acapulco, la bahía de Puerto Marqués fue escenario de un espectáculo inolvidable. Las olas se iluminaron de un azul eléctrico por la noche, un fenómeno con el que la ausencia de personas por la cuarentena ha tenido que ver.

Las imágenes que se difundieron cortan el aliento: el oleaje brilla con una fosforescencia azul de cuento de hadas en medio de la quietud y la oscuridad de la noche en la playa paradisíaca.

Un bañista solitario se arroja al mar, y sus brazadas iluminan el agua a su paso, como se puede ver en un video registrado con un celular que ha difundido Televisa.

El fenómeno se conoce como bioluminiscencia, y se produce por una reacción bioquímica de una variedad de organismos con el movimiento brusco del agua. Por ese motivo, el romper de las olas luce como una gran estela de luz.

En términos más técnicos, como explica Fidetur Acapulco, la bioluminiscencia “es el proceso a través del cual los organismos vivos producen luz, la cual es el resultado de una reacción bioquímica en la que comúnmente interviene una enzima llamada luciferasa”.

Es uno de los muchos fenómenos que han podido observarse en el mundo por la disminución sustancial de la actividad humana en lugares en los que el tránsito intenso de personas suele evitarlos.

Así ocurre con los organismos responsables por este fenómeno, que no suelen juntarse en las costas de sitios poblados como Acapulco en circunstancias más normales.

Sí se trata de un fenómeno que puede verse con relativa frecuencia en otras playas de la zona, menos afectadas por la afluencia del turismo y la circulación de pies humanos y de vehículos.

Con la calma, sin embargo, ha vuelto a verse este fenómeno allí, donde hace muchos años que la intensa presencia humana ha alejado a muchas otras especies de la costa.

La luz que emiten estos organismos acuáticos no produce calor.

La bioluminiscencia es una cualidad compartida por muchos otros organismos, como bacterias, peces, hongos o insectos. Es el fenómeno que explica, entre otras cosas, la luminosidad de las luciérnagas, y la de especies de peces que habitan en las más oscuras profundidades del océano.