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Familia con 37 niños intenta mantener medidas estrictas para evitar contagiarse de COVID-19

Mayra Pérez
07 may 2020
12:40

Para la familia Guzmán Jiménez, es un reto mantener a su numerosa familia bajo estrictas normas de aislamiento e higiene para evitar que cualquiera de ellos pueda contagiarse con el COVID-19.

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Melba Jiménez y Víctor Guzmán son un matrimonio costarricense que se ha dedicado durante más de 40 años a recibir en su hogar a niños de todas las edades, y en este momento acogen a 31 niños -más sus seis hijos biológicos- cuyas edades van desde los 3 a los 25 años.

Al comenzar la pandemia, el matrimonio supo que debía diseñar un plan que los mantuviera a salvo del virus, ya que de entrar el COVID-19 a su hogar, la situación se escaparía de su control.

“Esta pandemia se trata de la vida o la muerte, tenemos que cuidarnos a nosotros mismos, tenemos que hacerlo por amor y también por responsabilidad”, dijo Melba.

En principio, tomaron la decisión de aislarse en forma radical, y escoger a un solo miembro de la familia como encargado de hacer las compras en los mercados locales una vez al día, para lo cual el chico sale en su bicicleta, y al volver sigue un estricto protocolo de desinfección.

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El joven de 17 años, de nombre Luis, se moviliza con guantes y tapabocas y al llegar a casa deja sus zapatos en la puerta y procede a desinfectar todo lo que trae, inclusive su persona.

A lo largo de estas semanas de confinamiento, no ha sido fácil lograr la armonía en casa, a pesar de que su hogar es bastante espacioso y tiene un patio muy grande donde todos pueden movilizarse con bastante libertad. La familia agradece profundamente a un donante anónimo, quien les regalo la casa hace siete años.

Luis cambiándose los zapatos tras llegar de la calle. | Foto: Youtube/Primer Impacto

Luis cambiándose los zapatos tras llegar de la calle. | Foto: Youtube/Primer Impacto

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“Ha sido una experiencia hermosa, agradable y difícil, porque tenemos tantos niños y adolescentes, así que hay que buscar actividades distintas para que no se estresen, y más aún porque tenemos niños con necesidades especiales”, explica la madre.

A sus 68 años, quien fuera una diseñadora de ropa antes de su retiro, no tiene un minuto de descanso en todo el día. La limpieza de la casa es profunda, todo es cuidadosamente desinfectado, los niños son responsables con el lavado de las manos y otras responsabilidades en casa.

Algunos de los niños lavándose las manos antes de comer. | Foto: Youtube/Primer Impacto

Algunos de los niños lavándose las manos antes de comer. | Foto: Youtube/Primer Impacto

El hogar de los Guzmán Jiménez funciona como un perfecto engranaje, donde algunos niños se encargan de limpiar el patio mientras disfrutan del aire libre, y otros se encargan de ayudar en la cocina y de limpiar la casa por dentro, así como el lavado de la ropa.

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También dedican algunas horas a sus deberes escolares, donde los grandes ayudan a los pequeños, y principalmente, disfrutan del tiempo en familia, lo cual es muy valioso en estos tiempos.

Parte de los niños buscando sus alimentos. | Foto: Youtube/Primer Impacto

Parte de los niños buscando sus alimentos. | Foto: Youtube/Primer Impacto

FAMILIA EXTENDIDA

La hermosa labor que han llevado a cabo los Guzmán Jiménez se remonta a la época en que uno de sus seis hijos biológicos tuvo un tumor cerebral y los médicos lograron salvarle la vida, por lo que quisieron retribuirle a la vida un regalo tan grande.

Sin embargo, no ha sido nada fácil, ya que la familia no cuenta con ayuda gubernamental, pero con la pensión de Guzmán de 74 años, quien era agente de ventas, la de Jiménez, la ayuda de sus vecinos y mucho amor y dedicación, han logrado sacar adelante a los 150 niños que han pasado por su hogar.

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