Abuela de 92 años confinada recibe un pastel de cumpleaños especial a través de una grúa

En tiempos de distanciamiento social, el ingenio humano ha salido a relucir en mil creativas formas de resolver problemas de la vida cotidiana. Esa abuelita en Suecia pudo recibir su pastel sin tener siquiera que salir de su departamento.

Un cumpleaños es un momento especial, que solemos disfrutar en compañía de nuestros seres amados, y por lo general, con un pastel. Pero en plena pandemia global de coronavirus, Inga Pettersson, de 92 años, no tenía planes de celebrar.

Inga ha estado permaneciendo aislada en su hogar durante esta pandemia. Pero hace un par de semanas, el 1° de mayo, recibió una inesperada y sorpresiva entrega a domicilio. Se trataba de un pastel de cumpleaños que fue izado por una grúa.

SIN EXPECTATIVAS

La anciana señora Pettersson no tenía mayores expectativas por su cumpleaños. En muchos casos similares, los seres queridos han optado por enviar tarjetas de felicitación en línea, por ejemplo, a sus parientes mayores, por ser un grupo de alto riesgo.

Es por eso que Inga no esperaba visita alguna en su hogar en Trångsund, al sur de Estocolmo, Suecia. Sin embargo, ese viernes, su hijo la llamó y le preguntó si estaría en casa todo el día.

"Ahí me puse a preguntarme. No pueden venir durante la pandemia", dijo Inga.

INGENIOSA SOLUCIÓN

Pero el nieto de Inga, Daniel Grape, de 39 años, se las ingenió para resolver el problema y minimizar la posibilidad de algún contagio para su querida abuela. Daniel, a través de su amigo de la infancia Kalle Eriksson, coordinó con una empresa de grúas.

Fue Eriksson quien organizó la especial entrega a domicilio, según reveló Lotta Johansson, la pareja de Daniel, en una publicación de Facebook. Familia y amigos se reunieron frente al departamento de Inga, junto a una grúa de la empresa DK Lyft & Transport.

GESTO ABRUMADOR

Tras llamarla a salir al balcón, el pastel fue alzado por la grúa hasta el tercer piso, ante la mirada atónita de transeúntes. "¡Esto es idea tuya, Daniel!", declaró la abuela desde el balcón. Acto seguido, los presentes comenzaron a cantarle el feliz cumpleaños a Inga.

"Fue abrumador, las lágrimas simplemente fluyeron", contó Inga. Además del pastel, la mujer de 92 años recibió flores y regalos por grúa hasta el balcón. "Nunca me habían dado pastel por el balcón, fue muy tierno. Es algo que recordar", agregó Inga.

El caso de Inga es apenas uno de miles. Muchas personas han tenido que pasar por cumpleaños inusuales en esta pandemia. Recientemente, un niño de 10 años, paciente de leucemia en el hospital, tuvo que recibir su regalo de cumpleaños a través de una ventana.

En otro caso similar, una madre tuvo que hacerle la "fiesta" de cumpleaños a su bebé durante una estricta cuarentena, por lo que decidió hacer una fiesta tan exclusiva y que nadie estuviese invitado.