Gianmarco, exconcursante de GH, compartió que fue intimidado por su físico y mostró foto de su pasado
A través de su nuevo canal de Mtmad, el ganador de “El tiempo de descuento” comparte con sus fans eventos traumáticos de su infancia y cómo logró superarlo para convertirse en quien es hoy en día.
Durante su paso por el programa de concursos GH VIP 7, Gianmarco Onestini habló sobre algunos traumas que arrastraba del pasado, pero ahora decidió compartirlos con detalle en Maracaná, su canal en Mtmad.
A pesar de haber sido siempre un niño muy activo y extrovertido, que disfrutaba su infancia, todo cambió al entrar al colegio con apenas seis años. Onestini descubrió que no encajaba, y comenzó a experimentar el rechazo de todos.
“No me llevaba bien con mis compañeros, empecé a comer para desahogarme y cuanto más comía más engordaba y más se metían conmigo. Era diferente, en clase los chicos eran delgados y me tomaban el pelo”, decía el italiano.
Rápidamente Gianmarco comenzó a ganar peso, lo cual solo logró empeorar la situación que estaba viviendo, y por su carácter tranquilo evitaba confrontar a quienes le hacían bullying, encerrándose en sí mismo. Lamentablemente, tampoco se refugió en su familia en busca de apoyo y ayuda.
A lo largo de su video, la emoción era evidente en su voz, mientras mostraba algunas fotografías de esos días de su niñez y preadolescencia. Con lágrimas en los ojos decía lo solo que se sentía y el sufrimiento que experimentaba.
Luego de pasarla muy mal jugando fútbol, el ex de Adara entró a practicar karate y alrededor de los 13 años se inició en boxeo. Esto marcó un antes y un después en su vida, al descubrir que todo el poder para cambiar su realidad estaba dentro de sí mismo.
“El coach me puso delante del espejo y me dijo que si quería mejorar tenía que partir de mí mismo, no lo podía hacer nadie más. Empecé a adelgazar y a sentirme mejor conmigo mismo, crecí”, contaba Onestini.
Aunque la persona que es ahora está muy lejos de ese pequeño niño que sufría, Gianmarco tiene huellas en su cuerpo en forma de estrías. También las tiene en su mente, y estás últimas vuelven a doler cada vez que se permite recordar tan terribles episodios.
Como moraleja de su historia, Gianmarco tiene un consejo para cualquiera que sufra del acoso y maltrato de sus iguales, y es que acudan a la familia y a los seres queridos en busca de apoyo y amor, pero recuerda que el poder de cambiar está en el interior de cada uno.