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Abuelito de 90 años se reunió con su amor de la juventud tras 70 años sin verse

Aunque pasaron 70 años desde la última vez que se vieron, Edgard y Marguerite se reencontraron en el momento indicado de sus vidas para darse una nueva oportunidad en el amor.

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El profesor de filosofía Emmanuel Pradal es el hijo de Marguerite y fue quien se encargó de contar la conmovedora historia de amor que surgió entre su madre y un gran amigo de la familia después de 70 años sin verse.

Ambos ancianos perdieron a sus respectivos cónyuges hace algunos años, por lo que ambos lidiaban con una profunda tristeza. Desde que Edgard y Marguerite se reencontraron, la felicidad llegó de nuevo a sus vidas.

Ancianos sentados en el pasto viendo el atardecer. I Foto: Shutterstock.

Ancianos sentados en el pasto viendo el atardecer. I Foto: Shutterstock.

LUTO INCONSOLABLE

Marguerite Pradal, o 'Maguy' como le dicen sus amigos, fue una profesora de música en la escuela secundaria Bellevue en Toulouse, Francia.

Su esposo era Ferdinand Pradal, quien participó en el desarrollo del primer microscopio electrónico presentado en enero de 1960.

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Anciana sentada al borde de su cama. I Foto: Shutterstock.

Anciana sentada al borde de su cama. I Foto: Shutterstock.

Ferdinand falleció en 2011 y desde entonces su esposa Maguy no había podido recuperarse de la pérdida de su compañero de vida.

DÉCADAS DE AMISTAD

A través de su cuenta de Twitter, Emmanuel contó que Edgard Pupko y Maguy se conocieron cuando tenían 17 años. Como Pupko solía ser el mejor un amigo de su padre, él fue quien le presentó a Maguy. Poco después Ferdinand y Marguerite se enamoraron e hicieron sus vidas juntos.

Fotografía de dos parejas bailando. I Foto: Shutterstock.

Fotografía de dos parejas bailando. I Foto: Shutterstock.

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Edgard por su parte se casó con una prima de Maguy, quien también falleció años atrás. Cuando Edgard se enteró del fallecimiento de Ferdinand, fue con Marguerite a visitar la tumba de su amigo.

Al notar que Maguy estaba muy deprimida desde la muerte de su esposo, Pupko empezó a visitarla para brindarle su apoyo.

Anciana colocando flores sobre una tumba. I Foto: Shutterstock.

Anciana colocando flores sobre una tumba. I Foto: Shutterstock.

"Y comenzó a venir a ver a mi madre una vez por semana. Luego dos veces. Luego tres veces. Mi mamá vivía en la tristeza del luto”, añadió Pradal.

LUZ EN LA OSCURIDAD

Emmanuel se dio cuenta de que los sentimientos de Edgard por su madre iban más allá de una amistad. Fue una gran sorpresa para su familia el enterarse de que Pupko estaba enamorado de Maguerite desde que tenían 17 años.

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Pareja de ancianos sentados en una banca. I Foto: Shutterstock

Pareja de ancianos sentados en una banca. I Foto: Shutterstock

Poco a poco, Edgard fue devolviendo la sonrisa en el rostro de Maguy con sus visitas semanales, y sin darse cuenta volvieron a surgir viejos sentimientos de su pasado.

"Él, por su clase, su delicadeza, su distinción, su habilidad y su infinita generosidad terminó convirtiéndose en el amigo de toda la familia y haciéndose indispensable para mi madre", contó Emmanuel.

Pareja de ancianos bailando y sonriendo mientras cocinan juntos. I Foto: Shutterstock.

Pareja de ancianos bailando y sonriendo mientras cocinan juntos. I Foto: Shutterstock.

Con el tiempo, el par de ancianos aceptaron sus sentimientos y decidieron darse la oportunidad de vivir esta nueva ilusión en la etapa final de sus vidas, sin olvidar la memoria de sus difuntos cónyuges.

Recientemente, un anciano español que superó el coronavirus se despidió de sus doctores a través de un emotivo poema.

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