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Chiste: Einstein pidió a su conductor parecido a él que actuara en su lugar en una conferencia

Mayra Pérez
05 jul 2020
10:00

El chofer de Albert Einstein no solo tenía un gran parecido con el científico y una gran memoria, sino un peculiar ingenio que sorprenderió hasta al mismo genio.

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Un día, Einstein va en el vehículo con su chofer camino a otra conferencia científica donde debe dar "la misma ponencia de siempre". Así se lo hizo saber a su chofer, quien ha trabajado por años a su lado y físicamente tiene un gran parecido con él.

Figura de cera de Albert Einstein en el museo Madame Tussauds de Estambul. | Foto: Shutterstock

Figura de cera de Albert Einstein en el museo Madame Tussauds de Estambul. | Foto: Shutterstock

"Estoy bastante harto de todas estas conferencias. ¡Repito lo mismo una y otra vez!", dice Einstein, en tono aburrido.

Para su sorpresa, el conductor coincide con él, afirmando que a pesar de no saber nada de ciencias, a estas alturas es capaz de dar la conferencia en su lugar, porque ha logrado aprenderla de memoria.

De inmediato el científico ve una gran oportunidad de zafarse del pesado compromiso, y le propone que hagan un cambio de lugar de inmediato, a lo que el hombre accede sin problemas.

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Conductor abriendo la puerta de un vehículo negro. | Foto: Shutterstock

Conductor abriendo la puerta de un vehículo negro. | Foto: Shutterstock

Los hombres proceden a intercambiar su vestimenta, y al llegar al lugar, el chofer luciendo como Albert sube al escenario y da inicio al mismo discurso de siempre, mientras que el verdadero Einstein vestido como el conductor del automóvil, se mantiene cerca como es la costumbre.

Pero entre la multitud hay un científico que tiene su propia agenda oculta para lograr impresionar a toda la comunidad científica, y su plan es plantear una pregunta muy difícil al científico con la esperanza de que no sea capaz de responderla.

Hombre escribiendo fórmulas matemáticas en una pizarra de tiza. | Foto: Shutterstock

Hombre escribiendo fórmulas matemáticas en una pizarra de tiza. | Foto: Shutterstock

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En un momento dado decide ponerse en pie, interrumpiendo la conferencia, para hacer su compleja pregunta. Todos en la sala guardan un expectante silencio, conteniendo la respiración mientras esperan la respuesta.

El falso Einstein lo mira fijamente sin ninguna emoción en sus ojos y le dice:

"Señor, su pregunta es tan fácil de responder que voy a dejar que mi conductor la responda por mí".

Figura de cera de Albert Einstein en la exposición del museo Madame Tussauds en Berlín, Alemaia. | Foto: Shutterstock

Figura de cera de Albert Einstein en la exposición del museo Madame Tussauds en Berlín, Alemaia. | Foto: Shutterstock

EL INGENIERO

Un ingeniero solicitó un puesto de trabajo en una refinería. Un segundo ingeniero solicitó el mismo trabajo y el gerente pidió a ambos aspirantes, que tenían las mismas calificaciones, que hicieran una prueba.

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Al completar la evaluación, ambos hombres dejaron sin responder una sola de las preguntas. El gerente se dirigió al primer ingeniero y le dijo:

"Gracias por su interés, pero hemos decidido darle el trabajo al segundo ingeniero".

Ingenieros discutiendo un proyecto. | Foto: Shutterstock

Ingenieros discutiendo un proyecto. | Foto: Shutterstock

Muy sorprendido, el primer aspirante quiso saber la razón por la cual le daban el trabajo al otro, siendo que ambos habían acertado nueve de las diez preguntas, y él era oriundo de la misma región de la refinería, lo cual le hacía merecedor del cargo.

El gerente le explicó que la decisión fue tomada en base a la pregunta que ambos dejaron de responder, no sobre las nueve correctas. El hombre cuestionó entonces sobre cómo una ausencia de respuesta puede ser más incorrecta que la otra.

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Persona completando una prueba con un lápiz. | Foto: Shutterstock

Persona completando una prueba con un lápiz. | Foto: Shutterstock

"En la pregunta número 4, el segundo aspirante escribió: ‘No sé’. Usted respondió: ‘Yo tampoco’", le explicó el gerente. Para más chistes divertidos, entra aquí.

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