El día que Rocío Carrasco reveló que quería tener cuatro o cinco hijos con Antonio David
En 1998 Rociito no solo deseaba seguir teniendo hijos con Antonio David, también lo defendía a capa y espada.
Aunque ahora la relación entre Rocío Carrasco y sus hijos es polémica por inexistente, hubo una época en la cual estaba tan ilusionada con su maternidad, que soñaba con tener muchos hijos con Antonio David Flores.
LA OTRA ROCÍO
En 1998, Carrasco participó en "Tómbola", que en aquella época surtía el mismo efecto de los programas del corazón de hoy. La diferencia es que en ese entonces la hija de "La más grande" no solo estaba embarazada de su hijo David, también estaba ilusionada con su familia y abierta a responder cada pregunta que los colaboradores le hacían.
“Me gustaría tener cuatro o incluso cinco hijos”, confesó sonriente frente a tertulianos como Jesús Mariñas, Lydia Lozano y Karmele Marchante, con la cual Rocío protagonizó una acalorada discusión aquella noche de verano.
DEFENDIENDO A SU FAMILIA
Ahora que Rocío ha vuelto a la televisión y está poco a poco revelando su dura realidad, vale la pena recordar cuando defendió a capa y espada los comentarios odiosos de Marchante hacía Antonio David, quien fue muy criticado por pasar varios meses sin trabajo tras su conflicto con la Guardia Civil.
"Mi marido tiene la suerte de poder vivir sin trabajar, no como tú. ¿Sabes lo que te gustaría a ti? Vivir como él y no puedes", le dijo Carrasco a Karmele, quien cuestionó la falta de empleo del padre de sus hijos.
ESPERANDO EL CONTACTO DE SU MADRE
Mucho han cambiado las cosas en los últimos 20 años, pues la batalla legal entre Carrasco y Flores no solo rompió la relación entre ellos, también acabó con el contacto entre ésta y sus hijos.
Y aunque la ex de Antonio David apenas ha empezado a hablar al respecto, Rocío Flores no ha dudado en hacerlo en las pantallas.
Recordemos que la joven dedicó gran parte de su participación en "Supervivientes 2020" a expresar el deseo latente de retomar la relación con su madre y acabar de una vez por todas la pausa de ocho años que las mantiene alejadas.