Julio Iglesias e Isabel Preysler acabaron su matrimonio por infidelidades mutuas y Peñafiel las sacó a la luz
El periodista confirmó que aunque el cantante le fue infiel a su mujer, estaba muy enamorado de ella.
Isabel Preysler y Julio Iglesias se casaron profundamente enamorados cuando ella tenía 19 años y tres meses de embarazo de su primogénita, Chábeli. Pero entre la juventud, la fama y la época, muchas cosas llevaron a que la compenetración se disolviera tras siete años de matrimonio en los que también nacieron Julio José y Enrique.
A 42 años de uno de los divorcios más sonados de aquellos tiempos, el amigo cercano de la pareja, Jaime Peñafiel, habló con "Hormigas Blancas" y explicó algunas de las circunstancias por las cuales la filipina decidió ponerle fin a su relación con el artista.
SE SENTÍA SOLA
El autor comentó en una entrevista con el programa de Telecinco que aunque al principio Isabel acompañaba al español en sus giras internacionales, poco a poco se hizo más normal no estar juntos por los numerosos compromisos laborales que lo obligaban a estar de viaje todo el tiempo, algo que a ella la hizo sentir muy sola.
Además de la soledad, la madre de Enrique Iglesias también se enfrentó a las infidelidades de su esposo, quien era conocido por tener una reputación de casanova que Preysler no quiso seguir tolerando.
LA INCÓMODA VERDAD
Peñafiel se enteró de la verdad gracias a la llamada de una persona anónima que le confirmó el secreto a voces de las infidelidades de Iglesias. Pero aunque esto ya lo sospechaba, se sorprendió al conocer que Preysler mantenía una relación romántica con Carlos Falcó.
"Recibí una llamada anónima que me decía que Julio le estaba poniendo los cuernos a Isabel y que ella tiene también relaciones con el Marqués de Griñón”, comentó Jaime en la entrevista.
ENAMORADOS PERO DESINCRONIZADOS
El periodista confirmó que aunque existía mucho entre la pareja, los constantes viajes e infidelidades hicieron mella en la socialité que tras enterarse de la confesión telefónica, le compartió a Peñafiel su deseo de divorciarse.
"Tú un día me pediste que nos casáramos y hoy yo te pido que nos separemos”, fueron las palabras que según el escritor, le dijo Preysler a Iglesias cuando éste regresaba de uno de sus tantos viajes.
ESTABA DECIDIDA
Aunque varias fuentes apuntan que Isabel ya tenía una relación el marqués de Griñón mientras seguía casada con el intérprete de "La Paloma", en "Hormigas Blancas" aseguraron que cuando comenzó ese romance, ella ya estaba harta de tanto encierro y de tener que pedir permiso a su esposo para salir.
Por suerte, el divorcio pudo ser ejecutado sin inconvenientes y a pesar de que en aquel momento los tres hijos de la pareja no llegaban ni a la adolescencia, no vivieron una separación traumática.
NO LE HA FALTADO AMOR
Tras el divorcio, la hispano-filipina consagró su amor frente al altar dos veces más: Primero con el marqués de Griñón, que fue su esposo durante cinco años, y luego con Miguel Boyer, quien la hizo viuda en 2014.
A los pocos meses del fallecimiento del político, Isabel encendió la polémica nuevamente cuando se salió a la luz el romance con su actual pareja, el célebre autor, Mario Vargas Llosa, con el cual disfruta de un intenso y controvertido noviazgo desde 2015.