Paz Padilla envía un hermoso mensaje a Antonio Juan Vidal a dos meses de su muerte
Paz Padilla ha sido la protagonista en los últimos meses no solo de una hermosa aventura de amor, admirada por muchos, sino de una ejemplar historia de resiliencia.
La periodista le dijo adiós a su esposo Antonio Juan Vidal, quien falleció el pasado 19 de julio, debido a un cáncer con el que luchó durante más de un año.
A dos meses de su partida, la presentadora compartió un emotivo mensaje en el que reafirma lo que piensa de la muerte.
En un pequeño video se puede ver la mano de Paz haciendo un brindis junto a otras cinco personas. En el fondo, el sol de la tarde cae sobre el mar.
“Brindamos por ti en la cima de nuestro sueño, tú también estabas”, dijo en el mensaje adjunto.
La publicación acumuló más de 530.000 ‘Me Gusta’ y se llenó de comentarios de los seguidores de Padilla, quienes siguen admirando la forma como ella ha enfrentado las recientes pérdidas de sus seres queridos.
“La magia y luz que desprendes es maravillosa y sobre todo como hablas desde el cariño”, “Porque siguen con nosotros. El amor no se acaba, se transforma”, “Gracias a tus consejos me he podido acercar un poco más a entender la muerte”, dijeron algunos seguidores.
Cabe recordar que Paz enfrentó la muerte de otros dos seres queridos este año. Su madre, Dolores Díaz, seis meses antes que Antonio Juan, y su suegra, Ana Isabel Agarrado, casi un mes después de su hijo.
Sin embargo, Paz ha dado una gran lección de fortaleza para gestionar su vida y sus emociones durante estos tiempos de sufrimiento.
Para ella no fue nada fácil enterarse del diagnóstico de su esposo, con quien protagonizó una bella historia de amor, que comenzó cuando ella tenía 14 años.
La vida los separó y tras su reencuentro decidieron casarse dos veces en 2016. Una de las ceremonias se realizó durante un viaje que hicieron a la India y la otra en Zahara de los Atunes junto a sus seres queridos.
El destino les tenía preparado otro reto: enfrentar al cáncer. Paz combinó sus labores profesionales con el cuidado de su esposo, mientras intentó mantener su vida privada alejada de los medios.
Antonio Juan murió en sus brazos, ella pudo decirle cuánto lo amaba y le agradeció por el tiempo compartido. Ante su cuerpo, ya sin vida, abrió una botella de champaña y brindó al comprender que “había pasado a otra dimensión”.