La voz de Rocío Carrasco se rompe cuando habla de las relaciones con sus hijos
Para Rocío Carrasco, la situación particular que vive con sus hijos desde hace muchos años se resume en una simple frase, que cada quien puede interpretar a su manera.
La obra ‘Qué no daría yo por ser Rocío Jurado’ regresa a los escenarios después de la obligatoria suspensión por la pandemia y el estado de alarma, y con ella vuelve Rocío Carrasco a la televisión, para hacerle promoción.
El regreso de Carrasco dio la oportunidad para preguntarle, nuevamente, sobre la relación con sus dos hijos, David y Rocío Flores. Torito, reportero de ‘Viva la vida’, logró que cambiara su habitual silencio por una frase sencilla.
El pasado domingo, el jovial reportero pudo entrar al camerino de Anabel Dueñas, estrella de la obra ‘Qué no daría yo por ser Rocío Jurado’. Ahí coincidió con Carrasco, con quien tiene una relación de amistad, y le preguntó: “¿Hasta cuándo va a aguantar este corazoncito todo lo que está aguantando?”.
“La vida es como es”, dijo Rocío, y su voz tuvo una entonación distinta.
A continuación, Torito insistió en hacerla hablar del tema, esta vez valiéndose del humor. Quiso saber qué ocurriría primero en opinión de Rocío, si la vacuna contra el COVID-19 o que ella y sus hijos vuelvan a tener una relación. En esta oportunidad, el reportero sí recibió el acostumbrado silencio.
La ex de Antonio David Flores le dejó en claro a Torito que si le daba respuesta a sus preguntas era por el aprecio que sentía por él, agregando que quienes comparten el signo zodiacal que la rige, Tauro, son buenas personas.
Rocío se mantuvo firme en su silencio. Ni siquiera los tentadores obsequios ofrecidos por parte de Torito, a cambio de sus respuestas, ablandaron la hermética postura de Carrasco a la hora de comentar sobre sus hijos o su familia en general.
20 MARAVILLOSOS AÑOS
De lo que sí habló Rocío con fluidez fue de su actual esposo, Fidel Albiac, cuya relación, según dice, pasa por su mejor momento. Ya cumplen 21 años juntos, que describe como maravillosos. Al mencionar a su pareja, fue evidente el cambio en su lenguaje corporal, que se hizo relajado y feliz.