La tiara desaparecida de la familia Falcó: la historia del robo de la millonaria joya
Hilda Armada Falcó fue la última condesa en usar la tiara del millón de euros el 3 de septiembre de 2011.
Hilda Armada Falcó se casó con Borja Márquez en la parroquia de San Salvador de Deva, en Gijón. Los novios unieron sus vidas en matrimonio ante cientos de invitados, entre los que destacaron Ana María Abascal y Tamara Falcó.
Para el día de su boda, la hija del conde de Güemes y la condesa de Villanueva de las Hachas portó la joya más importante de la casa Revillagigedo. Se trataba de una impresionante diadema de brillantes y platino, la cual fue robada poco después del gran evento.
Novia con una tiara en las manos. | Foto: Shutterstock
TESORO FAMILIAR
El que se suponía que sería el día más feliz en la vida de los novios, fue marcado poco después por un lujoso robo histórico. Hilda contrajo matrimonio con Borja Márquez en una aristocrática boda en Gijón.
La novia combinó su sencillo vestido de líneas rectas con pedrería bordada con una diadema valorada en más de un millón de euros. Dicha tiara, creada en los años 20 por la firma Cartier, pertenecía a la familia de su madre.
QUINTA DE LA PEÑA
Lamentablemente, aquella sería la última ocasión en la que alguien luciría la joya. A menos de un año de su boda, una banda de ladrones logró entrar en la finca familiar la Quinta de la Peña de Francia.
Si bien los Armada suelen disfrutar del verano en la propiedad, ellos viven en Madrid. La tiara quedó bajo el cuidado del matrimonio boliviano que vigilaba la casa durante las ausencias de la familia.
ROBO HISTÓRICO
Con supuesta complicidad de los guardias de la vivienda, los delincuentes se llevaron 35.000 euros en posesiones, entre ellas la tiara. La lujosa diadema estaba guardada en una caja fuerte.
La Guardia Civil comenzó a sospechar del robo, ya que la banda delictiva pudo haber organizado la entrada en una cada de campo cualquiera. Era demasiada casualidad que dieran con el impresionante botín, ellos debían saber que la tiara se encontraba en la finca.
LOS CÓMPLICES
Contra todo pronóstico, la diadema no había sido enviada de vuelta a Madrid luego de la boda de Hilda. Por lo tanto, la Guardia Civil se centró en investigar al círculo cercano de la familia durante siete meses. Los antiguos dueños del lugar resultaron detenidos.
Se trataba de una pareja, J.L.C.M. y V.L.V.E., de 31 años y 28 años, respectivamente. Ambos tenían cinco años siendo guardases y asistentes de servicio en la vivienda.
Novia con una diadema en las manos. | Foto: Shutterstock
MISTERIO SIN RESOLVER
La pareja, junto a su prima Wanda S., habían colaborado con una banda delictiva dedicaba al robo de joyas. Fue esta última quien ayudó a los ladrones a entrar en la propiedad al inutilizar los sistemas de seguridad.
Por desgracia, se cree que el tesoro familiar robado ya no existe. La diadema jamás apareció, solo se sabe que viajó a Bolivia con la única integrante de la banda que logró escapar.
Lujosa tiara de diamantes. | Foto: Shutterstock
La Guardia Civil tiene razones para creer que la tiara haya sido rota para vender las piedras preciosas por separado. El dinero, las antigüedades y recuerdos familiares tampoco volvieron a aparecer.